
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Entre 1982 y 1984, una moneda de 50 pesos con el imponente rostro de Coyolxauhqui, la diosa lunar mexica, circuló en los bolsillos de los mexicanos. Acuñada en cuproníquel, esta pieza no solo representaba un valor económico, sino también un pedazo de nuestra rica historia prehispánica en un momento de intensos cambios económicos para el país. Sin embargo, a pesar de que algunos la ofrecen por miles en internet, su valor real en el mundo del coleccionismo suele ser mucho más modesto, especialmente si no está en condiciones impecables.
Esta moneda apareció durante un periodo de alta inflación y devaluaciones constantes del peso. Para darte una idea, en 1982 un dólar valía casi 50 pesos, pero al final del sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), esa cifra se disparó a más de 2,200 pesos. Esta inestabilidad hizo que el poder de compra de esa moneda de 50 pesos se esfumara rápidamente, lo que llevó a su retiro de circulación en 1995.
Hoy, es común ver anuncios en sitios como Mercado Libre donde estas monedas se venden por cientos, miles e incluso millones de pesos. Pero, ¡ojo!, la realidad es otra. Se acuñaron millones de estas monedas (más de 222 millones solo en 1982), lo que las hace muy comunes.
El verdadero valor de una moneda antigua reside en su estado de conservación. Aquellas que se mantuvieron "sin circular" (prácticamente nuevas, con su brillo original y sin un rasguño) o las llamadas "proof" (hechas con un proceso especial para coleccionistas, con un acabado tipo espejo), son las que realmente pueden alcanzar precios altos. Se habla, por ejemplo, de que una moneda "proof" de 1984 podría valer hasta 20,000 pesos, o algunos ejemplares con errores de acuñación, que son verdaderamente raros.
Pero si tu moneda de 50 pesos con Coyolxauhqui ha circulado y muestra el desgaste normal del tiempo, su valor será mínimo, apenas unas pocas decenas de pesos, o incluso menos. Es crucial distinguir entre lo que alguien pide en línea sin conocimiento y lo que un experto o una casa de subastas pagaría realmente.
Así que, aunque la moneda de 50 pesos con Coyolxauhqui de los años 80 es una pieza fascinante de nuestra historia y un recuerdo de una época económica compleja, su "tesoro" radica más en su valor cultural y la memoria que encierra, que en su potencial de venta, a menos que sea un ejemplar en condiciones excepcionales o con características muy específicas buscadas por coleccionistas especializados. El brillo de su valor monetario se apagó con el tiempo, pero su brillo histórico sigue intacto.
Mejor déjatela de recuerdo, mándasela de regalo a alguien, muéstrala a tus hermanas, hijos o simplemente contémplala.