

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La caída de Salvador Plasencia, un médico de 44 años que suministró ketamina a Matthew Perry en los días previos a su fallecimiento, sacude los cimientos éticos de la medicina. Fue sentenciado a 30 meses de prisión por un tribunal en Los Ángeles, convirtiéndose en el primero de cinco acusados en enfrentar consecuencias legales por la muerte del actor de “Friends”.
Plasencia se declaró culpable de cuatro cargos por distribución de ketamina, un anestésico con aplicaciones terapéuticas pero también con un oscuro historial de uso recreativo.
Durante menos de dos semanas, Plasencia tuvo contacto médico con el actor. Según su defensa, el galeno lamenta profundamente sus decisiones. “Él no es un villano… pero sí cometió errores que lo perseguirán el resto de su vida”, afirmaron sus abogadas.
Entregó su licencia médica y fue puesto bajo custodia tras la audiencia.
La sentencia revela también una red de presuntos proveedores. Plasencia habría adquirido ketamina a precios inflados de manos de otro médico, Mark Chavez, quien también se declaró culpable. Mensajes de texto citados en el juicio mostraron una actitud lucrativa: “Me pregunto cuánto pagará este imbécil”, habría escrito Plasencia sobre el actor.
Jasveen Sangha, conocida como la “Reina de la Ketamina”, es una de las figuras más destacadas entre los acusados. Su juicio podría derivar en hasta 65 años de prisión.
Matthew Perry había hablado abiertamente sobre su lucha contra la adicción. Aunque había iniciado un tratamiento supervisado con ketamina, las autoridades aseguran que volvió a caer en el abuso de esta sustancia, de fuerte presencia en fiestas por sus efectos psicodélicos.
RPO