Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Mirella Rangel Cortés, es una enfermera destacada en su profesión, los caminos de la vida la han llevado a entregar en cuerpo y alma al cuidado de heridas avanzadas como las de los diabéticos, quemados y personas a las que se les dificulta cicatrizar, esa es su especialidad, además de la Quirúrgica que estudió y Administración.
Ella explica que su carrera le proporciona satisfacciones porque es su vocación y su sueño, pero es sacrificada porque además de trabajar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ella tiene un consultorio privado y estudia un diplomado de cuidado de heridas en Guadalajara, Jalisco.
Con apenas 32 años de edad ha hecho una carrera en el IMSS y en su consultorio particular, pero su sueño es impartir capacitación a nivel estatal para que el personal médico y los pacientes sepan que hay tratamientos actualizados para la cura de heridas y que con un trabajo especializado pueden prevenir problemas posteriores. Ya es instructora certificada.
Mirella comparte que le ha costado "muchísimo llegar hasta en dónde estoy ahorita porque la parte económica sí me ha complicado, me ha tocado sufrir, trabajar y estudiar desde los 15 años, yo cuidaba abuelitos en las estancias y de ahí pagaba la colegiatura".
En la escuela de Enfermería privada a la que asistió, asegura, la formaron con reglas estrictas que le generaban estrés, pero que la hicieron ser la persona que ahora es: "Tenías que ser impecable, bien planchada, tus zapatos excelentes y las clases eran de siete de la mañana a siete de la noche", sin embargo, ello la ayudó a ser mejor persona, dijo.
Comentó que en entre sus preocupaciones está atender a las personas que sufren heridas por presión, que es cuando están mucho tiempo postrados, o úlceras venosas, heridas que no cierran como cuando les hacen una cesárea y no cierra, así como las heridas de trauma.
"Yo doy gracias a Dios que me puso en este camino para orientar a la gente y ayudarlas, a veces me dicen que me vaya al extranjero para que gane más pero no todo es eso, también la gente necesita de alguien que esté al pendiente de sus heridas" por ello capacita al personal de salud", dijo.
Le preocupa que actualmente hay muchos diabéticos, desde los 30 años de edad, que en ocasiones es por disposición genética y en otras por una mala alimentación que si no se cuidan se complican e incluso tienen que ser amputados por no tratarse a tiempo.
Ella también atiende a pacientes aunque no puedan pagarlo. En ese caso está un joven que durante su labor como albañil cayó y se lastimó la espina dorsal.
Mirella considera que los médicos siempre tienen que tener carisma y sensibilidad por los pacientes, yo siempre digo, "yo trato como me gustaría que me traten a mí o alguno de mis familiares, hay que ser más humanistas y estar del lado del paciente".
A ella la invitaron a abrir una clínica de heridas, se capacitó en el Hospital Center de Miami, Florida, en donde practicó con cadáveres, y ha acudido a cursos a Bogotá, Colombia.
Por: Fátima Miranda/rmr
