Morelia, Michoacán (MiMorelia.com.com/Redacción).- Aunque Yalitza es actualmente la sensación en todo el mundo del cine y sobre todo en Hollywood, no es la primer mexicana que se enfrenta a los estereotipos por su apariencia en la pantalla grande.
Mucho antes de la protagonista de Roma, la michoacana Elpidia Carrillo fue reconocida por su talento y belleza, sin embargo tuvo que enfrentarse al igual que Aparicio a los cánones de belleza.
Elpidia se enfrentó a la violencia y la pobreza extrema, luego de que su padre y su hermano fueran asesinados a tiros en Parácuaro, Michoacán.
Tuvo una vida muy dura hasta que fue descubierta por el fotógrafo Pedro Meyer, quién le pidió ser su modelo para un proyecto, con lo que logró ser contratada como actriz y hacer varios papeles, aún cuando no había estudiado actuación.
Aunque logró liberarse de personajes sexualizados y folklorizados para actuar en producciones junto a Jack Nicholson y directores como Tony Richardson, el estigma de ser latina le negó muchos otros proyectos.
Uno de sus mayores aciertos fue participar en la saga de Depredador y el papel con el que logró llegar más lejos.
Luego de esta película, estalló su fama en Hollywood y el mundo. Pero aunque su carrera estaba sustentada por grandes actuaciones, los llamados eran para cubrir personajes típicos del estereotipo, por lo que tuvo que rechazar muchos papeles.
Aún con estas trabas, la michoacana obtuvo destacadas interpretaciones, como el de Pan y Rosas del 2000 que cuenta la historia de dos hermanas mexicanas que trabajan como limpiadoras en un conjunto de oficinas en Los Ángeles, Estados Unidos.
ZM