

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Selección Mexicana vivió un tenso episodio el pasado sábado 15 de noviembre en el Territorio Santos Modelo de Torreón, Coahuila, luego de ser abucheada por su propia afición tras empatar 0-0 ante Uruguay, en un duelo de preparación.
A pesar de haber dominado gran parte del encuentro, el Tricolor mostró poca claridad ofensiva, situación que generó molestia entre los asistentes. La inconformidad aumentó cuando el técnico Javier Aguirre decidió alinear a Raúl Rangel como portero titular en lugar del local Carlos Acevedo, lo que provocó fuertes reclamos del público.
Al terminar el partido, la tensión se trasladó a los pasillos del estadio. Raúl Jiménez expresó que este tipo de reacciones es la razón por la cual la Selección prefiere jugar en Estados Unidos. Por su parte, Edson Álvarez ironizó camino al vestidor: “Es un orgullo jugar en casa”.
Según el periodista Miguel Ángel Arizpe, en su columna para Mediotiempo, tanto directivos como jugadores quedaron notablemente molestos por el trato recibido en Torreón, al grado de considerar no regresar más a dicha sede.
“No valen madre, yo por mí no volvía nunca a este pinche estadio”, habría dicho un jugador, de acuerdo con Arizpe. “Lo que nos encabrona es que les traen juego y se la pasan mentándonos la madre. No aprecian lo que tienen”, señaló otro miembro del equipo nacional.
La Selección Mexicana tendrá una nueva oportunidad de reconciliarse con su afición este martes, cuando enfrente a Paraguay en San Antonio, Texas, una sede donde el Tri suele recibir apoyo incondicional y estadios llenos.
mrh