

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A solo meses de que Estados Unidos sea sede del Mundial 2026, la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, enfrentan una fuerte polémica internacional tras entregar el primer Premio FIFA de la Paz al expresidente Donald Trump.
Lejos de ser un gesto protocolario, la distinción ha generado fuertes reacciones. De acuerdo con el medio The Athletic, la organización FairSquare, especializada en derechos humanos y gobernanza deportiva, presentó una denuncia formal ante el Comité de Ética de la FIFA, solicitando una investigación a fondo del proceso que llevó a Trump a recibir el galardón.
En la denuncia, FairSquare argumenta que el reconocimiento pudo haberse otorgado de forma poco transparente y que representa una violación al principio de neutralidad política que, en teoría, debe regir el accionar de la FIFA.
“No se trata de un ataque personal contra Donald Trump, sino de exigir que la FIFA opere bajo estándares éticos firmes”, señalaron en el documento.
La organización asegura que la decisión no solo contradice los valores de reconciliación y justicia social que el premio pretende representar, sino que además pone en riesgo la credibilidad del organismo deportivo y abre la puerta a un uso político del futbol.
El reclamo no se limita a la figura de Trump. La denuncia exige una revisión completa del procedimiento, desde la concepción del premio, los criterios de selección, hasta la participación directa de Gianni Infantino en la nominación.
FairSquare recalca que la entrega del galardón, en un contexto donde Estados Unidos será sede principal del Mundial 2026, envía un mensaje preocupante sobre la independencia de la FIFA frente a los gobiernos.
La controversia estalla en un momento particularmente delicado para la FIFA. El Mundial 2026, que será organizado por Estados Unidos, México y Canadá, ya ha generado cuestionamientos previos sobre la cercanía entre el ente rector del futbol y el gobierno norteamericano.
Con la entrega del Premio de la Paz a Trump y una queja formal sobre la mesa, el debate crece: ¿está la FIFA cruzando una línea al mezclar política con deporte?
mrh