
Colaboración de Rodrigo Caballero
Pátzcuaro, Michoacán (MiMorelia.com).- Primero dice que es el número del Diablo y de repente sus dedos empiezan a contar 666 en el aire y luego para de golpe, como si Luzbel se hubiera aparecido enfrente con la pura referencia y entonces de un salto regresa a la explicación de la obra.
La descripción es tan caótica como la obra misma, Didier Dorval danza de un concepto al otro de manera frenética para tratar de condensar en palabras lo que le tomó dos semanas instalar en cuatro paredes de la Galería Plaza San Miguel, en la ciudad de Pátzcuaro.
Se trata de "Suspensión Lineal Binaria", la primera exposición de la Galería en el 2025, y una de las múltiples que el artista francés instala en el municipio que ha sido su hogar desde hace más de 20 años; luego de haber vagado por Marruecos, Israel, Canadá y Egipto.
Pero volvamos a la explicación, es una obra llamada Interrogación, es arte abstracto y moderno, del que no estamos acostumbrados a ver en los pueblos mágicos, envueltos en el misticismo de las tradiciones y la cultura, donde la palabra arte y la artesanía se mezclan para darnos márgenes distintos, alturas más inalcanzables, como dice Didier Dorval.
Porque fue en Pátzcuaro, donde amplió horizontes artísticos diferentes a la fotografía y la imagen, que eran las expresiones que lo formaron y le dieron de comer por muchos años, ahora gracias a su nuevo hogar podía expresarse en grabado, en tintas, en poesía, en tinta, como la instalación de la que estamos hablando.
¡Ah sí! El centro de la instalación es una escultura abstracta que busca la interrogación, compuesta por 666 imanes, bueno, ya no son 666, de hecho, ya no sabe cuántos son, porque los ha regalado de poco a poco, porque quiere que el público participe de la obra, que se puedan llevar un pedazo de ella.
Porque, Dorval afirma que todo artista debe no sólo aceptar que el arte está sujeto a la interpretación del público, si no liberarse completamente de él al momento de expresarse, es responsabilidad compartida del público y del artista abrir sus sentidos al expresar arte, pero jamás va a controlar lo que las personas interpreten de su obra y tampoco lo que su voz interior le pida expresar, dice que ahí yace la forma de controlar al Diablo.
¡Ah sí, El Diablo! Pues la escultura de Interrogación está sentada en menos de 666 imanes que representan al Diablo, pero por qué, pues porque para el artista todos somos el Diablo, todos tenemos la capacidad y el instinto de la maldad, pero son nuestras voces, una mezcla de experiencias, de valores y de creencias las que nos ayudan a encarrilar nuestras acciones hacia el bien o hacia el mal.
Esa misma voz es la que guía al artista al momento de expresar su obra, al planear, al ejecutar y al instalar, un conjunto de voces interiores que dirigen el pincel, que graban la madera y que deciden en dónde colocar la obra una vez terminada, algo que es más fácil decir que hacer, de acuerdo con Didier Dorval.
El problema radica en el proceso creativo, para Dorval es clave que el tiempo entre la concepción de una idea y la culminación de una obra sea lo más rápido posible, porque entre un momento y otro el artista se queda en el limbo, o mejor dicho en el Purgatorio.
Como dice el poema con el que abre la exposición que durará dos meses en esta galería patzcuarense, el arte es el Purgatorio, la espera de lo latente, donde el tiempo se extiende mientras el artista consuma su obra y luego busca exponerla, como lo hizo Didier en la sala de la Galería San Miguel.
¡Ah, la exposición! Pues Interrogación está en medio de la sala, acompañada de los imanes y rodeada de una instalación compuesta de obra gráfica, dibujo, escultura, poesía y un espacio dedicado al color amarillo.
Un color que siempre atrajo al artista y al que siempre persiguió cuando era fotógrafo comercial para Club Med, una agencia turística francesa para la que trabajaba tomando fotografías de lugares exóticos, restaurantes y familias disfrutando de vacaciones por el mundo.
Mientras Didier Dorval viajaba de arriba para abajo -como sus explicaciones- aprovechaba sus ratos libres para fotografiar el color amarillo. Una banca, una flor, un camino, un árbol o que fuera del color amarillo que se le atravesara enfrente, para poder componerlo en una fotografía y llevárselo consigo.
El amarillo para el artista francés es el Sol, es la Energía, es Ra, el dios creador de todos los dioses egipcios, es la primavera y las flores, es un color que no necesita combinarse con otros para ser atractivo y que sin embargo parece combinar con todo, como se combina junto a su obra gráfica y sus poesías en la instalación de "Suspensión Lineal Binaria".
¡Ah sí! la instalación…
"Suspensión Lineal Binaria" estará abierta al público hasta el mes de abril en la Galería Plaza San Miguel Pátzcuaro, ubicada en Dr. Coss número 12, Zona Centro, Pátzcuaro, Michoacán.
RYE