Por qué casi todos sobreestiman sus probabilidades en el intradía y cómo evitarlo

Por qué casi todos sobreestiman sus probabilidades en el intradía y cómo evitarlo
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Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La mayoría de los inversores tiende a sobreestimar su capacidad y sus probabilidades de éxito. Esto se suele traducir en ganancias menores de lo que deberían o, incluso, en pérdidas. En datos reales, de hecho, la gran mayoría pierde dinero por varias razones: sesgos cognitivos, ilusión de control, mala gestión del riesgo… La buena noticia es que hay formas de ajustar las expectativas y diseñar un proceso más sobrio.

La realidad estadística

Antes de hablar de psicología, hay que anclar las expectativas en la base rate: en Europa, los reguladores recopilan de forma recurrente el porcentaje de inversores que pierden dinero con productos apalancados. De acuerdo con la ESMA; entre el 74% y el 89% de las cuentas minoristas pierden dinero con CFDs.

Más allá de los CFDs, la evidencia en los mercados es igual de dura para el intradía. En un estudio con datos completos del mercado taiwanés, el rendimiento agregado de los day traders, tras costes, fue negativo en cada uno de los 15 años analizados, y menos del 1% de los traders que estuvieron en el top de beneficios un año pudieron mantener resultados fiables al siguiente.

Entonces, ¿por qué entonces tanta gente cree que a ellos no les va a pasar? Aquí es donde entra la psicología.

Los sesgos que inflan tu confianza

Uno de los sesgos más habituales es el de sobreconfianza e ilusión de control. Cuando encadenas un par de operaciones ganadores, es fácil pensar que el resultado es por tu habilidad y subestimar el azar. Esto empuja a operar más y peor, degradando el rendimiento frente a estrategias más disciplinadas.

El sesgo de supervivencia se basa, mayormente, en ver el éxito de los demás. Esto suele ser porque los fracasos desaparecen de la conversación. Este filtrado natural distorsiona tu percepción de probabilidades y te hace pensar que el éxito es más común de lo que realmente es.

Tras una racha positiva, tendemos a buscar información que confirme nuestra tesis y extrapolar el corto plazo al futuro. Es el sesgo de confirmación y recencia. Esto conduce a aumentar las inversiones justo cuando el riesgo de reversión es mayor.

Proceso de entrada

Si la operativa de un trader depende de corazonadas, este estará alimentando la ilusión de control. Por eso, hay que replantear las entradas con reglas observables y métricas claras.

Primero, es conveniente definir el patrón, y no la narrativa. En lugar de “está fuerte”, hay que escribir las condiciones verificables: rango previo, volumen relativo… Los que trabajan con patrones gráficos para day trading, deberán establecer qué invalida el patrón. Convertir el patrón en una hipótesis falsable reduce el espacio para el autoengaño.

Hay que entender que lo que funciona en una fase del mercado puede dejar de hacerlo al cambiar la volatilidad o la microestructura. No hay que tener un “setup favorito”, hay que depender de un porfolio de setups.

Además, hay que gestionar los mitos del trading. Frases como “corta rápido las pérdidas y deja correr los beneficios” o “el mercado recompensa al valiente” son eslóganes, no planes de trabajo. La literatura sobre sesgos muestra que la sobreconfianza florece cuando las normas son vagas. Al mercado hay que darle reglas concretas y medibles.

Ya solo queda insistir en un mensaje repetido hasta la saciedad: menos es más. Es una evidencia empírica que el exceso de actividad suele ser sinónimo de peores resultados para los inversores minoristas. Operar menos, bajo reglas estrictas, mejora la probabilidad de supervivencia.

Cómo bajar a tierra tus probabilidades

Es imposible eliminar la incertidumbre del mercado, pero sí diseñar un proceso que ayuda a proteger al inversor.

1.º Parte de la tasa base y exige evidencia

Si la tasa base te dice que el 80% pierde dinero con apalancamientos, tu hipótesis de “ventaja” necesita una prueba robusta. Esto implica backtests con datos suficientes y, si es posible, paper trading antes de hacerlo con capital real. De lo contrario, el inversor apuesta a estar en el <1% capaz de sostener rendimiento… sin pruebas.

2.º Calcula la esperanza matemática de tu setup

Registra al menos entre 50 y 100 operaciones por patrón bajo reglas constantes. Estima el win rate y el ratio beneficio/riesgo (E = WR x R - (1 - WR), donde si E <0 antes de costes, no habría ventaja).

3.º Separa idea de ejecución

Un mismo patrón puede rentable en la teoría y ruinoso en la práctica. Si tu desviación operativa se come la expectativa, puede ser que se necesiten marcos temporales más amplios.

4.º Reglas de riesgo “a prueba de ego”.

Es conveniente establecer un máximo de pérdida diaria y semanal del que no desviarse. Además, el tamaño por operación debe ser constante, no hay que promediar pérdidas, y hay que establecer límites de correlación.

5.º Pre-mortem y checklist

Es bueno hacer una lista de verificación que cubra todo el contexto antes de una operación. Así se reducen decisiones impulsivas y el sesgo de confirmación.

6.º Diario crítico

Documenta cada operación con captura, tesis, nivel de invalidez, métricas y emociones. Es bueno tener revisiones semanales para ver los fallos, pero tomándoselos en serio.

7.º Rachas y pausa programada

Dos pérdidas consecutivas por errores en el proceso deberían suponer descansar el resto del día. Lo mismo si hay tres rojos seguidos: momento de hacer una semana de simulación y analizar qué no funcionó antes. Así se evita la frustración.

8.º Exposición acorde a la incertidumbre

En días de eventos, es mejor reducir la exposición o no operar. La evidencia sugiere que operar menos suele mejorar el rendimiento del minorista.

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