
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En mayo de 2024, la Tierra fue golpeada por la tormenta solar más fuerte en más de 20 años. Lo curioso es que, justo cuando la NASA y otras agencias del gobierno de Estados Unidos estaban simulando una crisis por tormenta geomagnética… la amenaza se volvió real.
El evento, ahora conocido como tormenta Gannon, fue tan intenso que afectó desde satélites y vuelos, hasta tractores con GPS en Estados Unidos. Pero también dejó espectáculos de auroras visibles incluso en lugares inusuales, como el sur de Japón y partes de México.
Es una alteración del campo magnético de la Tierra causada por explosiones solares. Aunque no siempre son destructivas, pueden tener efectos serios en nuestra tecnología y comunicaciones.
En la Tierra, algunos transformadores eléctricos se sobrecalentaron y los tractores con GPS se desviaron, interrumpiendo la siembra en regiones agrícolas.
Vuelos transatlánticos tuvieron que cambiar de ruta por la radiación y la pérdida de señal.
La atmósfera se calentó más de lo normal. La termosfera alcanzó temperaturas de más de 2,100 grados Fahrenheit, lo que provocó vientos inusuales en las capas altas del cielo.
En el espacio, varios satélites bajaron de altitud por el aumento de resistencia atmosférica. Algunos, como el CubeSat CIRBE, se salieron de órbita meses después.
La magnetosfera de la Tierra se sacudió con fuerza. Se observaron nuevas corrientes eléctricas, las más fuertes en 20 años, y dos nuevos cinturones de partículas energéticas que pueden afectar a astronautas y naves espaciales.
El evento generó auroras polares en lugares inesperados, como Japón, Estados Unidos, Canadá, y países del hemisferio sur. Según el proyecto Aurorasaurus de la NASA, se recibieron más de 6,000 reportes desde 55 países y los siete continentes.
Las auroras vistas en Japón, por ejemplo, fueron de un color magenta brillante, algo muy poco común. Gracias a las fotos tomadas por el público, los científicos descubrieron que estas luces estaban a 600 millas de altitud, mucho más altas de lo normal.
Sí. Después de impactar a la Tierra, la región del Sol que causó la tormenta se orientó hacia Marte. El orbitador MAVEN de la NASA captó auroras rodeando al Planeta Rojo durante varios días de mayo.
Aunque la tormenta Gannon no causó daños graves, sirvió como una especie de “ensayo real” para entender mejor cómo prepararnos ante estos fenómenos. La NASA y otras agencias ahora cuentan con más datos, mejores herramientas de monitoreo y experiencia para proteger nuestros sistemas tecnológicos y a los astronautas en futuras tormentas.
SHA