

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el asistente perfecto. Hoy puedes usarla para cocinar, planificar tus días, organizar tus finanzas o incluso cuidar tu bienestar emocional. Lo mejor es que no necesitas conocimientos de informática. Solo debes aprender a hacer las preguntas correctas y mantener buenos hábitos de seguridad al conectarte.
Las herramientas de inteligencia artificial son tu mejor aliado para organizar la semana. Puedes pedirles que elaboren una lista de tareas, programen recordatorios o generen un menú de alimentación equilibrada para toda la familia.
Por ejemplo:
“Crea un menú semanal con platillos económicos y saludables.”
“Recuérdame regar las plantas los martes y viernes.”
Además de ahorrarte tiempo, la inteligencia artificial puede ayudarte a mantener el orden en tu vida diaria. Plataformas como WhatsApp han incorporado funciones de Meta AI que permiten crear recordatorios automáticos. Gracias a esto, puedes recibir recordatorios de tus citas médicas, cumpleaños y otras actividades pendientes junto a tus mensajes.
Aunque la IA puede simplificar tu vida, no está exenta de peligros de ciberseguridad. Cuando interactúas con estas herramientas, compartes fragmentos de tus datos personales: hábitos, direcciones o intereses. Por eso, adoptar prácticas de seguridad es tan importante como aprender a usar la tecnología.
Sigue estas recomendaciones básicas:
No compartas información sensible: nunca pegues contraseñas, datos bancarios ni documentos personales en un chat de IA.
Verifica la información: contrasta los datos que te entregue la IA con fuentes confiables, como medios reconocidos o portales oficiales.
Usa contraseñas seguras y activa la verificación en dos pasos (MFA).
Conéctate siempre con una VPN de confianza: una conexión VPN encripta tus datos y te protege contra redes WiFi públicas inseguras.
¿Tienes pocos ingredientes en casa? La IA puede convertirse en tu chef improvisado. Solo tienes que escribir lo que tienes disponible y pedir una receta:
“Tengo arroz, huevo, cebolla y salsa de soja. ¿Qué puedo preparar?”
En segundos, obtendrás una receta adaptada a tus ingredientes y nivel de habilidad. También puedes ajustar el resultado según tus preferencias alimenticias: “Hazla vegetariana” o “agrega una versión más picante”.
Además, si usas asistentes de voz, puedes pedir instrucciones paso a paso mientras cocinas sin tocar el teléfono, algo útil cuando tus manos están ocupadas.
Otra manera práctica de aprovechar la IA es planificar tus vacaciones. Puedes pedirle que compare precios de vuelos, busque destinos de acuerdo a tu bolsillo o cree itinerarios personalizados.
Por ejemplo:
“Planea un viaje de 4 días a Oaxaca con presupuesto de $10.000 MXN.”
“Sugiere los mejores lugares para visitar en Mérida en temporada baja.”
Las herramientas más avanzadas incluso pueden ayudarte a generar listas de empaque o recordatorios de documentos importantes. Solo recuerda que las plataformas gratuitas pueden tener errores o datos desactualizados. Por eso, siempre conviene verificar precios y horarios en las páginas oficiales de aerolíneas y hoteles.
La inteligencia artificial también puede ofrecer apoyo emocional básico. Existen aplicaciones que conversan contigo, te ayudan a identificar patrones de estrés o te enseñan ejercicios de respiración.
Sin embargo, es importante entender que la IA no puede reemplazar la atención profesional. Si atraviesas un momento difícil, busca siempre orientación médica o psicológica.
A pesar de esto, no hay ningún problema en utilizar la IA como una herramienta complementaria:
“Dame tres ejercicios de respiración para relajarme antes de dormir.”
“Ayúdame a escribir un diario para controlar mi ansiedad.”
Estas pequeñas rutinas digitales pueden ayudarte a mantener un equilibrio entre tecnología y bienestar personal.
La clave para obtener buenos resultados está en cómo formulas tus solicitudes. Cuanto más clara, sencilla y específica sea tu petición, más útil será la respuesta.
Aquí tienes algunos consejos:
Sé directo: indica de forma precisa lo que quieres.
Por ejemplo: “Crea una lista de compras saludable para una persona que vive sola y tiene presupuesto limitado.”
Añade contexto: menciona tus preferencias o limitaciones.
Pide el formato deseado: “Hazlo en tabla”, “resúmelo en 100 palabras”, “ordénalo por prioridad”.
No temas usar el modo imperativo. Las órdenes directas suelen funcionar mejor que las peticiones llenas de “por favor” y “gracias”.
Practicar con distintos estilos te ayudará a entender mejor cómo piensa cada herramienta y a obtener respuestas más útiles.
No todas las herramientas de IA sirven para lo mismo. Algunas destacan en la redacción de textos o emails, otras en diseño, gestión de tareas o aprendizaje de idiomas. Dedica un tiempo a explorar distintas opciones y descubre cuál se ajusta mejor a tus objetivos.
Por ejemplo, puedes usar una IA para escribir una presentación, otra para crear imágenes personalizadas y una tercera para organizar tu calendario. Lo importante es probar, comparar y quedarte con las que de verdad faciliten tu rutina diaria.