Estados Unidos (MiMorelia.com).- Ninguna empresa que se desenvuelva en el sector logístico está exenta de sufrir algún riesgo que afecte su operación. Sin embargo, existe un arma poderosa que puede ayudar a que estos sean los menos posibles y la capacidad de reacción, en caso de enfrentarlos, aumente: una matriz de riesgos logísticos.
Esta le dará un panorama completo a los encargados de esta labor para poder identificarlos, controlarlos, mitigarlos y les permita tomar decisiones.
Para la gestión de riesgos en el sector logístico, contar con una matriz es clave, pues esta ayudará, además de identificar todos aquellas amenazas, a dar una solución pronta a los hechos.
Esto mantendrá al negocio a flote evitando que se ponga en peligro la operación de la empresa u organización e incluso se podría evitar otros escenarios, como pérdidas económicas o una crisis.
Es importante recordar que la gestión de riesgos dentro de la cadena de suministro es una disciplina que trata de minimizar los peligros y mitigar su impacto, pero con el dinamismo de los negocios y un mundo cambiante no basta solo saber de la existencia de dichas amenazas, sino establecer una estrategia.
En la actualidad, una verdadera mitigación y gestión de riesgo deben tener un enfoque proactivo que permita la comprensión, evaluación y seguimiento de los pasos para mitigarlos, y que a su vez permita enfrentarlos con anticipación.
Lo anterior requiere planificación, previsión y conocimiento sobre cómo funciona la cadena de suministro hasta un nivel granular.
Para elaborar una matriz de riesgos logísticos es de vital importancia detectar las amenazas que pueden afectar a las empresas de este sector, por ejemplo, las condiciones climáticas, los desastres naturales, la inestabilidad política, las realidades económicas, los robos o simplemente la mala suerte, o cualquier otro riesgo que pueda impactar a la cadena de suministro.
Así que para hacerla es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
● Previsión: los gestores deben analizar las amenazas del futuro y comprender si serán un problema a largo plazo para la organización, esto incluye prestar atención a los factores de riesgo, como los fenómenos climáticos, los posibles focos de tensión socioeconómicos o políticos, y las mayores incidencias de robo. Con lo anterior se podrá planificar de manera óptima las rutas de suministro o distribuidores de bienes para evitar cualquier pérdida potencial importante.
● Visibilidad: saber qué está sucediendo en tiempo real para reaccionar rápidamente en caso de que algo salga mal, así como tener conocimiento dónde está la carga en todo momento y su condición, lo que puede marcar la diferencia entre evitar que un envío se pierda, sea robado o sufra algún deterioro.
Además, con esto se pueden ajustar los horarios inmediatamente en caso de retrasos y comunicarlo a los socios o personas que esperan los productos en un momento determinado.
● Reparación: aunque nadie quiere que una situación de riesgo potencial se convierta en un riesgo real, inevitablemente lo hará, por lo que es importante incluir en la estrategia una reparación a través de un conjunto de planes de contingencia.
Cuanto más rápido se reaccione ante un evento inesperado, más rápido se podrá limpiar los daños y minimizar las consecuencias.
El riesgo siempre está latente y ha sido parte inherente de la gestión de la cadena de suministro, sin embargo, uno de los principales objetivos de las compañías es lograr que la carga llegue de un lugar a otro, de forma segura y puntual.
Para que lo anterior se cumpla las empresas deben llevar sus medidas de seguridad al siguiente nivel tomando en cuenta que el movimiento de carga es inevitablemente un negocio riesgoso y que es un problema que afecta globalmente, hay que considerar que existen diversos actores que pueden provocar daños, como ladrones oportunistas hasta el crimen organizado.
Por ejemplo, solo en el primer trimestre de 2022, las pérdidas por robo de carga tanto en Estados Unidos como en Canadá aumentaron un 73% en comparación con el año anterior, con un costo de $19 millones de dólares.
En América del Norte, estos ataques casi siempre afectan a cargas en tránsito. Sin embargo, se trata de un problema de seguridad de la cadena de suministro global, ya que existen vulnerabilidades de seguridad en todas partes.
En el caso de México, al tercer trimestre de 2023 experimentó 5,239 eventos de robo de carga, lo que representa un aumento del 1.2% en comparación con el segundo trimestre de 2023. La mayoría de estos eventos se concentraron en la región central, el 90% ocurriendo en 10 estados, entre ellos Guanajuato, Jalisco y Michoacán, por mencionar algunos.
Contar con una matriz de riesgos logísticos no solo dará seguridad a las organizaciones, también ayudará al crecimiento en ventas, mejorar su desempeño y hacerla más competitiva.
