Por: Salvador Gaytán
Ciudad de México (Rasainforma.com).- Un juez federal de distrito ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) que se reabra el expediente de la masacre de Tlatlaya ante la ineficacia y las omisiones cometidas durante la investigación, y sobre todo que profundice en la cadena de mando de la orden de "abatir delincuentes en horas de oscuridad", lo cual guió a los soldados participantes en ese operativo.
El titular del juzgado decimocuarto de distrito de amparo en materia penal, con sede en Ciudad de México, Érik Zabalgoitia Novales, otorgó un amparo a una de las sobrevivientes de los hechos de Tlatlaya.
Entre septiembre y octubre de 2014 fueron detenidos 30 efectivos castrenses presuntamente involucrados en los hechos, pero sólo siete fueron procesados por lo ocurrido. Para 2016. todos ellos habían sido puestos en libertad por insuficiencia probatoria, pero no por ser declarados inocentes.
Clara Gómez González, madre de Érika, joven de 14 años que murió en el operativo de Tlatlaya, interpuso una demanda de amparo en contra de la PGR y de la agencia del Ministerio Público encargada del caso por considerar que la investigación no cumplía con su función de informar lo que pasó realmente.
La madrugada del 30 de junio de 2014 la mujer estuvo en la bodega de la comunidad de San Pedro Limón donde ocurrieron los hechos. Había llegado para tratar de rescatar a su hija Érika, quien había sido llevada por la fuerza por un grupo de presuntos delincuentes.
De acuerdo con Clara Gómez, la falta de debida diligencia en las indagatorias provocó que no se investigan tres puntos importantes en el caso: la ejecución extrajudicial supuestamente cometida por el Ejército, la mencionada en horas de oscuridad el origen del mismo de esa indicación.
Con información de La Jornada