Morelia, Michoacán (Boletín).- Tras la implementación del Programa de Medicamentos Caducos en la entidad desde septiembre del 2012, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) ha logrado recolectar 61.6 toneladas de fármacos vencidos, lo cual ha evitado que estos desechos terminen en los tiraderos municipales, contaminen el medio ambiente o sean pepenados y re etiquetados para venderlos en el mercado ilegal.
De acuerdo con el titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Rafael García Tinajero Pérez, durante el 2017 la SSM recopiló 16.3 toneladas de medicamentos caducos con el apoyo de la población que los depositó en los contenedores especiales y del trabajo del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Medicamentos, A.C. (SINGREM), empresa que se encarga de la recolección y destino final de estos fármacos vencidos.
El desecho adecuado de los medicamentos caducos es posible en la entidad con la instalación y puesta en operación de 200 contenedores especiales, mismos que se encuentran ubicados en farmacias privadas y oficinas de la Secretaría de Salud.
Desde que el programa arrancó en la entidad, Michoacán se ha colocado en el noveno lugar del país en recaudación, sólo por debajo de la Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Aguascalientes, Durango, Guanajuato e Hidalgo.
A nivel nacional el programa de Recolección de Medicamentos Caducos tiene una cobertura de cuatro mil 600 contenedores en operación, en 335 municipios de 29 estados, con lo que se logra dotar del servicio a más de 59 millones de mexicanos.
Tinajero Pérez, destacó la importancia de que la población acuda a depositar en los contenedores especiales, sus fármacos vencidos y todas aquellas medicinas que se tengan guardadas y que no se utilizan (siempre y cuando ya estén caducas), ello por el peligro potencial que representa para las y los niños el tenerlas en el hogar, pues de llegar a ingerirlas pueden sufrir una intoxicación, además de evitar la automedicación.
Al depositar los medicina vencida en los contenedores autorizados, se previenen riesgos a la vida silvestre, salvando a muchas especies de animales del envenenamiento, además de que se evita la contaminación de los mantos freáticos.
Una vez que se depositan los fármacos vencidos dentro un contenedor especial, es físicamente imposible que alguien los pueda extraer y hacer mal uso de ellos, únicamente personal autorizado puede retirarlos, pesarlos y trasladarlos a un centro de acopio donde son triturados y posteriormente incinerados en un horno especial cementero, a una temperatura de mil 500 grados centígrados, hasta su total destrucción.
FG