En estos días, la siguiente Presidenta de México y los nuevos legisladores que la acompañarán durante su gobierno, han venido socializando la reforma al poder judicial a través de plataformas en internet, radio y televisión.
Una iniciativa de 142 hojas que presentó el Ejecutivo federal, ha sido reducida a un cumulo de palabras: Jueces, Magistrados y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, deben ser electos por voto popular. ¿El argumento? La falta de capacidad, interés y honestidad por parte de los juzgadores.
La verdad, es que solo una porción de la ciudadanía que acude a resolver sus diferencias legales o reclamar sus derechos ante las autoridades judiciales es la que conoce la existencia de los Juzgados de Distrito, Tribunales de Circuito y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y solamente ellos, en su asunto, saben del desempeño de los impartidores de justicia, y eso si su abogado se los explicó adecuadamente. El resto de la población no sabe ni donde se encuentran ubicados estos órganos especializados en la impartición de justicia y mucho menos, qué es lo que hacen.
La impartición de justicia en nuestro país se ha mantenido ajena al ámbito electoral y solo tiene procesos para la selección de sus Jueces, Magistrados y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, llegando solamente los mejores evaluados para ello.
Migrar de un sistema judicial (perfectible) a un sistema electoral para la selección de impartidores de justicia solamente debilitaría al Estado de Derecho por una sencilla razón: Los mexicanos tenemos probado que la persona que gana por voto popular sea Presidente, Senador, Diputado Federal, Diputado Local y Presidente Municipal, no es la de mayor capacidad y honestidad para desempeñar su cargo.
Democratizar la impartición de justicia solo garantizará que sigamos teniendo en México las elecciones más caras del mundo, porque esta reforma representará un gasto económico hasta el momento incalculable.
La sociedad necesita a un Poder Ejecutivo que reflexione el impacto que sufrirá el pueblo de México, ya que la reforma que ha presentado solo va por los cargos de Jueces, Magistrados y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuando mejorar, renovar e incluso revolucionar la impartición de justicia es algo más profundo que eso.
Necesitamos un Gobierno Federal que emprenda una campaña permanente para dar a conocer los derechos que tienen los ciudadanos, y un Poder Judicial que haga lo propio dando a conocer a la ciudadanía los mecanismos que tiene a su disposición para defender sus derechos, en decir necesitamos fomentar una cultura a la legalidad.
Para entenderlo mejor: Si Usted tuviera un problema legal, donde estuviera en juego su salud, libertad o patrimonio, le gustaría que resolviera su asunto un Juez, Magistrado o Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ¿el mejor evaluado o el mejor votado en unas elecciones?
Usted ya tiene el veredicto final.
SHA
