Presidente (a), para servir en la verdad

Presidente (a), para servir en la verdad

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¿Para qué es la presidencia?, hay que guardar y hacer guardar la Constitución, en los hechos no en los “otros datos”

Vista panorámica

Ahora que la mafia del poder consagra la expresión cuarta transformación. En realidad, no es un término histórico, las grandes transformaciones de México no son cuatro. Esta clasificación no es correcta según la historia, no tiene en cuenta todas las transformaciones del México mestizo: ignora la conquista, la conversión a la fe católica, las obras de evangelización y civilización de la Iglesia.

Todos los gobiernos cometen errores porque los gobernantes se equivocan, son seres limitados y falibles.

Hay funcionarios que se equivocan, se muestran fanáticos, ideologizados, no le dan su lugar a la Constitución, no sirven a la nación. Así por ejemplo la ministra Batres que aplicando su torpeza en la interpretación de la Constitución defiende, con actitud dictatorial la propuesta de AM  va contra la democracia, la división de poderes. Es servilismo al Ejecutivo.

Hay muchos errores y actos perversos que se deben de señalar para bien de todos: Claudia pregunta a sus simpatizantes en un mitin si están de acuerdo que el pueblo elija el poder judicial. Como el resultado como la voluntad de la gran nación mexicana. El género de consulta es ya conocido, raya en lo grotesco y en la falta de respeto a la gente sencilla. Ese grupito no representa a México.

Legisladores de la 4T tienen actitudes de dictadores, con definiciones dogmáticas: los coordinadores de las cámaras, Fernández Noroña que no tiene principios, si su actitud es la de un dictador. Lo mismo pasa con Monreal que me ha defraudado totalmente. Creen, sin importar la Constitución, en sus concepciones dictatoriales. El poder supremo para ellos es el Ejecutivo, el judicial le debe estar sometido. Idea antidemocrática.

Hay guerra de palabras, amenazas veladas o no y autoritarismo. Sirven, no a la democracia (separación de poderes), sino una ideología y dictadores.

Declaran la matanza de jóvenes en Tlatelolco crimen de lesa humanidad, ¿qué crimen son los más de 200,000 asesinados en el sexenio, los más de 50,000 desaparecidos?

Desastres de huracanes, inundaciones, aludes que sepultan a y sus moradores hay fenómenos de la naturaleza mortíferos por descuido del gobierno: no atiende de raíz los problemas, no prevé ni crea infraestructuras.

Mentir al pueblo no resuelve nada: los militares en tantos trabajos civiles, en las calles, la Guardia Nacional bajo la autoridad militar son militarización. Con la guerra en Sinaloa y las matanzas de indocumentados en Chiapas y de mexicanos en Salamanca, no hay paz social.

Miembros de la Guardia Nacional asesinan a migrantes. Para el régimen esos soldados son muy buenos, no pueden hacer nada malo. La Guardia Nacional está formada por seres humanos, muchos corruptos y criminales.

El gobierno no atiende al problema de la violencia, masacres, decapitaciones escandalosas como en Chilpancingo.

Con una pasión febril, como obsesiva, el nuevo gobierno trabaja la Reforma del poder judicial. Las masacres y el Estado fallido como en Sinaloa no les interesa.

La validez de tales reformas es muy cuestionable la manera cómo se armó la mayoría absoluta en los diputados y como se compró o se presionó a los senadores. Viendo fondo las cosas las reformas aparecen espurias. En el fondo no son constitucionales y no está clara su validez.

La luz de lo alto

Los gobernantes son tecnócratas y está bien, pero hace falta la reflexión de los sabios y filósofos y teólogos para tener una plataforma, sistema de pensamiento, de valores y de principios, no mentir. No bastan los pragmáticos, para resolver los problemas aquí y ahora. Hay que ir a los grandes problemas, tener operantes conceptos de Dios, del hombre, de la estructura política.

No se puede servir a una ideología que no son los valores de los mexicanos, del extraordinario acervo cultural. Los funcionarios públicos, nadie es perfecto, están expuestos a equivocarse y fracasar.

Profesionalmente en su formación humana son limitados, les faltan conocimientos y experiencia, a veces no sabe nada

Moralmente, tienen un corazón dividido, inclinado a la maldad. Están inclinados a la mentira, a la hipocresía. No están exentos de iniquidad. Son capaces de lo peor como hemos visto en la alcaldesa de Chilpancingo, García Luna y de tantos funcionarios, que primero se sirven a ellos antes que a la sociedad. Son capaces de actitudes graves, bajas y perversas, execrables y escandalosas.

Mienten mucho, tienen intereses egoístas que mantienen ocultos puntos sus palabras y sus hechos, con frecuencia van en sentido divergente.

Es perverso ocultar los verdaderos intereses de los dirigentes, los intereses particulares de una parte de los dictadores, dejando de lado mayorías que no son oficialistas, sumisos, incondicionales.

El “humanismo mexicano” debe ser un sistema completo basado en una reflexión científica y filosófica que define, un sistema de valores, apoyado en valores fundamentales: Dios, la persona humana, la nación, la política como servicio público para estructurar la gestión de la cosa pública.

Los mexicanos queremos trabajar por México, velar por el bien común, atentos a la gestión de la cosa pública, vigilar a los gobernantes, en lágrimas, ayudar a los gobernantes, que no polaricen ni descalifiquen llevando al fracaso.

rmr

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