Olimpiadas, experiencia gris y triste
La actuación lamentable de nuestra delegación en las Olimpiadas es dolorosa, imposible de entender.
Vista panorámica
En el momento actual hay noticias graves, espectaculares, que hacen gran ruido o sacuden a las naciones. El cielo está cargado de nubarrones y de truenos que hace profundas resonancias,
El domingo pasado se clausuraron los Juegos Olímpicos con fasto y glamour, el acontecimiento estremeció el orbe. No es nuestra fiesta, la de los mexicanos, Es la fiesta de otros que tuvieron atletas grandes que realizaron hazañas sorprendentes, rompieron récords, ganaron medallas de oro. La fiesta fue para otros, de razas que se muestran superiores, de campeones. A nosotros nuestros deportistas, que tienen un comportamiento de tercer mundo, subdesarrollado nos privan de esos gozos. ocuparon el lugar 65, detrás de Guatemala, Cuba, República Dominicana, Costa Rica,
¿Por qué nuestros olímpicos están desconectados del deporte de altura y de las cumbres del oro”? ¿Por qué ese karma, esa apatía y languidez, por qué ese conformismo y ese espíritu de derrota? No sueñan, no dan lo mejor de sí mismos. ¿Qué es ese se lodo de inseguridad, de derrotismo, de participación sin entrenamiento de altura, de falta de músculo e ímpetu de gloria? Es decepcionante y triste el espectáculo. ¿Qué sentido tiene esperar los Juegos Olímpicos de Los Ángeles?
La clase política está contagiada de otro virus el POLIVID OO, el virus de la política, están enfermos de poder, quieren el poder y no saben para qué. Es el caso de Alejandro Moreno, está sepultando al PRI, pero el siente que es un héroe, que tiene el poder. está "haito" de poder.
Otro caso es el de Venezuela, un tipo obcecado, necio, que no escucha, contra todas las voces razonables, contra roda razón se aferran el poder, están locos, aunque sienten que los locos son todos los demás.
Llama a la crueldad contra sus hermanos que se manifiestan legítimamente y con razón porque ganaron las elecciones. Es una bestia, la del apocalipsis que aplasta al pueblo, los sangra, los pisotea, los utiliza, se cree un Satán pisando sobre ellos. Es algo arrogante, es el poder de las tinieblas. “Esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas anunciaba Jesucristo.
Que patética la turba de enajenados que los siguen apoyando por miedo o por debilidad mental. evidencias de insania y falta de toda lógica.
El dictador se siente indispensable en su país, se cree grande, igual a Dios como Lucifer. Se sienten con el poder meta-humano de crear mundos nuevos, de cambiar las cosas, de hacer mundos nuevos con sola su palabra, negando los hechos desfavorables. Con sus dogmas huecos y falsos. Crean repúblicas de mentiras, palabras “hace castillos en el aire” falsas, huecas, construyen en vacío, engañando a las multitudes.
No en individuo, un caso aislado en la tierra, es una raza de dictadores, aparecen en todas partes, en tu propia casa. es una legión de demonios.
La luz de lo alto
Una fábula pinta con viveza la realidad, sólo los poetas dicen la verdad.
Fábula: es un gallinero del País de las Lluvias. Un gallo en su república, un gallinero ha sometido la población, es un gallo autoritario, caprichoso, adicto del poder.
Los quiere sumisos a su autoridad, les impone su visión de las cosas y su ideología de dictadura comunista.
Les promete un gallinero como en Alemania lo más lujoso y cómodo, pero se lleva las columnas y trabes del gallinero, lo deja tambaleándose.
Corta los canales que les trae el agua, la hierba, los granos, la cema, erosiona los campos veraces, los semilleros.
A los pollos fuertes y hermosos, las pollas bellas y productivas, si no se dejan pisar los margina y les quita las oportunidades
Está obsesionado por el poder, por pisar y oprimir a las aves.
Gasta los bienes en caprichos y juguetes, el gallinero se descompone y amenaza colapso. Se queda sin riqueza, pollos tienen hambre y están enfermos, el gallo sigue con su canto y su cacareo, con una narrativa fantasiosa, haciendo promesas que no cumple, dejando sin alimento y sin protección a las aves.
No deja de cacarear proyectándoles la película del gallinero más caro y más feliz del mundo, una fantasía que impone como la realidad. Su gallinero es el mejor del mundo sólo porque él lo dice.
En realidad, el gallinero empieza a derrumbarse, se apaga el sol, se agota el agua y la realidad se impone: se termina el buen orden y la vida en el gallinero, todo se extingue.
Queda resonando en el aire la narrativa, el canto del gallo: estamos en el mejor gallinero del mundo, todo está perfecto. Pero las aves sienten que la realidad es otra.
El ser humano, inteligente y libre, construye la República sobre la verdad, que es conformidad de lo que pienso y afirmo con lo que hago. Es conformidad con la realidad
No se puede construir un país sobre la mentira, arbitrariedad, ahí no es posible la justicia. La sociedad se convierte en una jungla, en un mundo caótico de choques que se precipita al estallido, a la prueba final nadie voy y aquí del mundo como una supernova.
El que no construye sobre la verdad no gobierna gestionando la cosa pública, el proyecto y los programas se quedan en una farsa, magia, ilusionismo, la gestión se vuelve una pantomima.
Es la república de lo absurdo, kafkiana, del globo en efervescencia, de choques donde se gesta la explosión final.
rmr
