Morena barrió, pero le faltó la cereza del pastel; silvanismo humillado
En Michoacán, Morena arrasó en votación y en posiciones clave para el gobierno del estado, cuyo titular entrega buenas cuentas a Obrador y a Sheinbaum; lograron, Senado, prácticamente todas las diputaciones federales -a excepción de Carolina Rangel y Uruapan-, y una aplastante mayoría en el próximo Congreso local, incluyendo los 4 distritos de Morelia.
La alcaldía capitalina, Zamora y La Piedad; últimos bastiones para la oposición.
Se despidieron -al menos para estos próximos tres años- varios cartuchos políticos, principalmente del PRI-AN-PRD, algunos fósiles que alardeaban poder desde el Congreso y que aún no digieren la ola guinda, ni siquiera entienden la nueva realidad política.
Morena no se llevó la cereza del pastel, que era Morelia. Cierto. Su votación fue alta, muy importante en la capital al grado que mandaron a la lona a aspirantes como Daniela de los Santos, por citar solo un ejemplo.
El silvanismo recibió una paliza. Silvano no logró fuero. En Zitácuaro, en Morelia con su hermano, y en los municipios que colocó a sus aún seguidores, fue apaleado ese grupúsculo.
Mauricio Prieto, perdió; Francisco Huacus y su esposa en Apatzingán, fracasaron; Macarena Chávez, igual fue derrotada, todos aliados o cercanos al silvanismo.
La campaña de René Valencia nació muerta. Si bien la votación es de reconocer, jamás articuló un discurso ni una campaña mediática, es más ni su agenda, todo fue saltos al vacío, desorganización, compromisos que no cumplió.
Otro fracaso monumental es Carlos Herrera. Jamás hizo campaña real, se le veía en el campo de golf de Tres Marías. ¿Para qué peleó la candidatura? Parece sabotaje a MC. Él sí entregará malas cuentas a Dante Delgado, a quien le endulzó el oído presumiendo su alta votación en la elección local pasada, sí en la que perdió la gubernatura, pero esos votos no fueron de él, fue de la operación del gobierno del estado en ese entonces.
Bedolla apostó al relevo generacional. Varios jóvenes que contendieron ganaron y bien. Yohanna Mendoza, en Ario de Rosales, no solamente venció, sino que frenó a un grupo político que dominaba la región, el cual pataleó hasta el final, en los estertores de la derrota. Esa victoria vale por dos.
Dayana Mendoza, en Salvador Escalante, joven ecologista que se impuso y que tiene capital político fresco a su favor, al igual que Diana Caballero, quien en Queréndaro enfrentó una embestida de la vieja política, pero triunfó. En Huandacareo, Pedro Alexis Velázquez se impuso a un silvanista.
Tacámbaro, será de Morena, ya que ganó con mucho margen Chavo Bastida quien ya tiene experiencia administrativa y política.
Crónica parlamentaria
Aún faltan por validar la elección y, por lo tanto, ver el número total de cada partido, pero por el momento, el PVEM PT no tendrán ningún plurinominal. Mucho menos la mini chiquillada de nuevos partidos que simplemente fueron un gasto para la ciudadanía.
Morena y aliados alcanzaría 29 o 30 diputados en el Congreso local -que al igual que la mayoría parlamentaria en ambas cámaras del Congreso de la Unión- pondrán un nuevo escenario, como la reforma al Poder Judicial. Atentos.
Diversos diputados fracasados en su intento de reelección o de lograr alcaldía: Brenda Fraga, Samantha Flores, Ivonne Pantoja, Julieta Gallardo, Teresa Mora, Gloria Tapia; otros, al inicio de la Legislatura soñaban con el Senado o Congreso de la Unión, ni una regiduría lograron.
Otros, como Fanny Arreola y Mónica Valdez, lograron contra viento y marea y mucha guerra sucia en su contra, obtener las alcaldías de Apatzingán y Zacapu, respectivamente, con muy alta votación a su favor, no dejaron dudas de su triunfo político. Reyes Galindo apabulló en la votación a su favor para reelegirse, discreta pero efectiva, Eréndira Isauro venció.
A lamerse las heridas.
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