Marca personal (I)
A partir de ahora, iniciaré una serie de artículos breves y sencillos que tendrán como objetivo que te puedas construir como marca personal, en caso de que no tengas los recursos para contratar a un especialista que haga de ti una “marca personal” poderosa.
Inicio con lo básico, que es reflexionar sobre “el perfeccionismo”.
Con frecuencia, los emprendedores o los que quieren vender un bien, producto o servicio, lo que hacen es pensarlo demasiado, crearlo, detallarlo y pulirlo hasta que está prácticamente “perfecto”.
Ya que hicieron esto, lo lanzan al mercado para darse cuenta de que, si acaso, 10 personas lo compraron, pero las ventas y el interés de los consumidores no fue más allá.
Un emprendedor exitoso siempre se está moviendo, siempre está creando, accionando, gestionando y lanzando productos. Su lógica es al revés de la que describí líneas arriba.
Un emprendedor ganador primero dispara, luego apunta y luego recalibra la mira para volver a disparar.
Esto quiere decir que un emprendedor no está buscando la perfección en su bien, producto o servicio. Lo construye con cierto nivel de calidad y lo lanza al mercado, porque sabe que el mismo mercado le dirá en dónde hay fallas o qué parte gusta más o conecta mejor con el cliente potencial.
Claro está, el emprendedor sabe escuchar, ver y analizar para rectificar.
Y, desde luego, sabe que fallará, pero lo hará gastando muy pocos recursos, y esa es una ventaja, porque recompondrá el error “a la segura”, sin haber desperdiciado una fortuna en marketing o en comunicación.
¿Qué te dejo como conclusión para ser un mejor emprendedor? Deja de lado el perfeccionismo y concéntrate en hacer cosas con un mínimo de calidad para que realices un primer lanzamiento.
Constrúyete como marca y véndete con éxito utilizando estas ideas y verás que la abundancia llegará a ti.
El autor es consultor y capacitador de empresas y negocios, es maestro en Neuromarketing por la Universidad de La Rioja, España / WhatsApp: 4433181742 / redes sociales: @ChristiánConAcento
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