La ciudadanía digital

La ciudadanía digital

Por Hermes López Sánchez

El uso de internet a través de nuestros dispositivos electrónicos todos con capacidad de conectarse en milésimas de segundo ha transformado nuestras vidas al grado de crear una extensión de la misma en la web, de todos es sabido que ya nuestras vidas no solo se mueven en el plano real, sino que también en plano digital, en ocasiones convirtiéndose éste, en el plano más importante o al que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo.

Nuestras formas de comunicación en la red se han transformado, nuestro vivir se ha modificado exponencialmente,  nuestra interacción social pertenece mayormente al plano digital en redes sociales   al grado de crear una nueva estructura social, pendiente de una imagen propia y con una inmediatez comparable con otras al instante, imagen que por primera vez tenemos el poder de controlar al menos en nuestra concepción,  a través de un sinfín de editores y filtros que nos brindan dicho poder, poder que tienen todos los demás usuarios y que convierte la convivencia en una competencia de producción de imagen con uso de los mismos.

Lo anterior y nuestra navegación contribuyen a la conformación de una identidad digital, nos encontramos vigilados en todos nuestros dispositivos, a través de nuestras aplicaciones, el uso de buscadores que siguen el rastro de todo lo que nos interesa para ir conformando dicha identidad.

Identidad que sirve como insumo en la conformación de un perfil personal de intereses, gustos, costumbres, preferencias e incluso sueños, con el cual alimentamos algoritmos que sirven para interesarnos y hacernos cautivos de algunas aplicaciones que con esta información estimulan y deleitan nuestros sentidos, nos acercan a personas afines, nos muestran realidades perfectas a nuestros intereses, realidades sin estructuras y sin barreras a las que estamos acostumbrados, no hay espacio, no hay tiempo, no hay idioma, y además existe la llamada transferencia en tiempo real

David S. White, Director de Aprendizaje Digital en la Universidad de las Artes de Londres, y Alison Le Cornu, consultora autónoma en práctica académica que trabaja en personal y desarrollo educativo en el sector de la educación superior desde la década anterior en su publicación “Visitors and Residents”

Artículo de White y Le Cornu (2011) sobre la explicación de su modelo en:  http://firstmonday.org/ojs/index.php/fm/article/view/7802/6515 

“Proponen dos maneras de vincularse con las tecnologías que no son excluyentes entre ellas, dado que una persona puede comportarse de manera residente en unas situaciones y en modo visitante en otras. El modo visitante, a la hora de utilizar las tecnologías, implica que una persona ve la web y las herramientas digitales como algo utilitario para un propósito concreto, y una vez hecha la tarea, dejan de emplear la herramienta. En general, no son muy proactivos a la hora de colgar cosas en las redes y no suelen construirse una identidad digital. Por el contrario, el modo residente emplea las tecnologías digitales y los espacios sociales de internet como una forma de vida, ven las redes sociales como una forma de conocer y vincularse con otras personas y formar relaciones, alimentan su identidad digital y la convierten en una forma o faceta más de su vida”.

Si trasladamos esa propuesta a las condiciones actuales, primero sabemos que la identidad digital se crea de manera automática, con o sin el consentimiento de las personas, además parece más una descripción generacional, la cual describe a los de la vieja guardia en visitantes o más bien usuarios por necesidad y a una generación más contemporánea que llega a mediados de los ochenta y principios de los noventa que crece con la tecnología y además de usarla por necesidad encuentra bondades  en extender su vida a lo digital, en la actualidad parece ya no alcanzar esta división de usuarios de la web, donde encaja los usuarios que ya la vida en la web no es una extensión si no su vida principal, los cuales  viven, despiertan, transitan su día, se acuestan e incluso sueñan inmersos en la red, para ellos existe una denominación más avanzada ubicándolos en la categoría de ciudadanos digitales para todos los usuarios en esta nueva realidad que como es de todos sabido es totalmente diferente a partir de la creación de la inteligencia artificial, la cual vale la pena mencionar a través de su representante más famoso, el conocido ChatGPT, quien se define de la siguiente manera:

GPT “soy ChatGPT, un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAl. Etoy aquí para ayudarte proporcionándote respuestas a tus preguntas, asistirte en la resolución de problemas, ofrecerte información y ser una fuente de conocimiento en diversos temas. Puedo ayudarte con preguntas generales, brindarte recomendaciones, ofrecerte ideas creativas y mucho más. Siempre haré mi mejor esfuerzo para proporcionarte respuestas útiles y relevantes. ¿En qué puedo servirte hoy?”

increíble pensar que se esté chateando con una inteligencia creada para responder cualquier pregunta respaldándose en el conocimiento mundial inserto en la web, enriquecido con la facultad de crear algoritmos que permiten su propio expansión, crecimiento, desarrollo y evolución autónoma, lo cual nos llena de miedo pensando en el cambio que sufrirá nuestra realidad, ejemplo de esto es la recientemente viralización de imágenes creadas en una aplicación de inteligencia artificial llamada Midjourney que genera imágenes realistas por instrucciones de usuarios, la cual publicó en su página oficial con el nombre de “The Pope Drip” donde el papa Francisco aparece con vestimenta atípica, siendo una de las imágenes más vistas donde aparece con un gran abrigo blanco tipo puffer, abrigo criticado por el uso de plumas de animales para su construcción, tenis y una serie de accesorios ostentosos, imágenes que recorrieron el mundo mostrando una imagen falsa del sumo pontífice, imágenes que llegaron a los ojos del mismo protagonista quien declaró en una reunión de nivel de científicos y expertos organizada por el Dicasterio para la Educación y la Cultura del Vaticano.

“Estoy convencido de que el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático tiene el potencial de contribuir de manera positiva al futuro de la humanidad” y además Aseveró, que “al mismo tiempo (...) este potencial se realizará solo si existe un compromiso constante y consistente por parte de quienes desarrollan estas tecnologías para actuar de manera ética y responsable”. Al respecto mostró su preocupación por que “las tecnologías digitales hayan aumentado la desigualdad en nuestro mundo”

Y planteó entre otras la siguiente pregunta:

¿Pueden nuestras instituciones nacionales e internacionales responsabilizar a las empresas de tecnología por el impacto social y cultural de sus productos?”, e invitó a hacer un uso ético de estas tecnologías.

https://www.elespectador.com/entretenimiento/gente/estas-fotos-del-papa-francisco-son-falsas-como-se-crearon/

Para este hecho con todas sus implicaciones en donde la ficción se confunde con la realidad, se hace necesaria la invitación al uso ético que nos lleva a la reflexión de lo qué pasa con el uso de la inteligencia artificial, capaz de crear este tipo de imágenes sintéticas que por el momento se notan algunas imperfecciones a los ojos de los expertos, pero existe la  preocupación de  la parte ya mencionada de expansión, crecimiento, desarrollo y evolución autónoma característica de la inteligencia artificial, donde se vuelva más especializado y capaz de crear imágenes más detalladas y cada vez más parecidas o iguales a la realidad, o en el caso de una simple presentación generada automáticamente en la aplicación GAMMA, creación de contenido en JASPER, herramientas generadoras de contenido inédito, lo cual nos regresa y remite al reconocimiento de la ciudadanía digital, siendo ésta la solución ética para el uso de dichas herramientas y el granito de arena con el cual podemos contribuir de manera personal para intentar un buen uso, responsable y prosumidor de la web.    

Para contextualizar el concepto de ciudadanía, revisemos nuestra carta magna que a la letra dice:

“Capítulo IV De los Ciudadanos Mexicanos

Artículo 34. Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos:

I.                 Haber cumplido 18 años, y

II.               Tener un modo honesto de vivir.”

Se nos reconoce la ciudadanía a los varones y mujeres que teniendo la calidad de mexicanos cumplan 18 años y tengan un modo honesto de vivir, aunque para una realidad tan compleja y global no nos alcanza dicha definición, pero nos acerca a las bases del concepto ya mencionado de ciudadanía digital, mismo que surge a finales del siglo XX y principios del siglo XXI y es reconocido en nuestro país:

En el blog ciudadano de justicia digital, se publica un artículo referente al tema con fecha13 de septiembre del año 2022, que a la letra define al ciudadano digital:

Ciudadano digital: entienda este concepto y sus implicaciones para el Sistema de Justicia

 “Un ciudadano digital es una persona que desarrolla las habilidades y conocimientos para utilizar de manera efectiva Internet y las tecnologías digitales.

También se refiere a sujetos que usan las tecnologías digitales e Internet de manera adecuada y responsable para involucrarse y participar en la sociedad y la política.

Efectivamente, cualquier persona que utilice herramientas electrónicas modernas puede ser considerada un ciudadano digital. Sin embargo, un buen ciudadano digital es alguien que está informado sobre las distintas circunstancias que conllevan los increíbles beneficios de la tecnología.

Justo por esta razón este concepto es imprescindible para los Sistemas de Justicia, debido a que éstos también están incorporando novedosos flujos de trabajo para ofrecer un mejor acceso a la población a una justa y transparente Justicia Digital.”

https://lajusticiadigital.com/blog/ciudadano-digital-implicaciones-para-el-sistema-de-justicia

De acuerdo a lo mencionado podemos ir comprendiendo que la definición de ciudadano digital comprende dos acepciones: la primera, que hace referencia a personas con habilidades para el uso de la web, y la segunda, que además de hacer uso de la web, el uso debe ser adecuado, y ¿Cómo se define el uso adecuado de la web? y ¿Qué es la Ciudadanía Digital entonces?

Ciudadanía Digital se define como el conjunto de normas de comportamiento que rige el uso de la red, dichas normas organizadas en 9 áreas de comportamiento enfocadas a crear un buen usuario, ético, responsable y consciente de una identidad digital.

Estas 9 áreas de comportamiento son las siguientes:

1.     Netiqueta: Normas que se proponen para tener una buena convivencia, y un respeto basado en una comunicación clara efectiva y respetuosa, donde se propone ser empático, respetuoso, congruente, con una imagen cuidada, con respeto a la privacidad de los demás, un principio de reciprocidad y empatía.

2.     Comunicación: Propone normas para el buen comportamiento en el uso de las redes sociales, en la publicación en muros, selección de amigos, respeto a las reglas de los grupos, publicación de imágenes con consentimiento, respeto a los lenguajes en chats etc.

3.     Educación: Plantea la educación hibrida o a distancia como una oportunidad única y propone el desarrollo de la misma con el mismo respeto como si fuera presencial, hace hincapié en el reconocimiento y respeto del derecho de autor, establecido en el artículo 28 de nuestra carta magna, en la ley federal de derecho de autor y su reglamento, reconociendo el derecho moral y patrimonial referente al mismo

4.     Acceso: Reconoce y regula el derecho a la participación plena y total del individuo en la web respetando los principios anteriores. 

5.     Comercio: Prevé la compraventa electrónica de bienes y servicios, reconociendo y regulando derechos, obligaciones y cuidados en aspectos de seguridad, derecho y obligación a la certeza de los bienes y servicios comercializados y seguridad en el manejo de datos bancarios. 

6.     Responsabilidad: Reconoce y apela al valor que está en la conciencia de las personas, que permite prever, reflexionar, orientar y valorar las consecuencias que puedan derivar del uso de la red.

7.     Derechos: Hace hincapié de las libertades de acceso, participación, expresión, opinión, educación, resguardo de nuestros datos, diversión, etc. que tienen todas las personas en el mundo, acotado por libertad y el derecho de las demás personas.

8.     Ergonomía: En esta área se plantea el cuidado de la salud al usar dispositivos electrónicos enfocados al uso de la web, estableciendo tiempos adecuados, posturas correctas, cuidados generales, aditamentos e incluso tipos de dispositivos especializados para cada actividad específica en la red.

9.     Seguridad: Ésta es el área dedicada a la autoprotección y precauciones para garantizar la seguridad de nuestros medios electrónicos.

Y de manera implícita la concientización de la conformación de una identidad digital construida día a día con todo el conjunto de información personal expuesta en internet clasificándola, en social, que es la derivada de la acción con otros, la directa o lo que publicamos, la indirecta lo que nos publican o etiquetan, compuesta resultado de las dos anteriores, fragmentada construida a través de diversas plataformas, dinámica en constante evolución y con carácter casi indestructible por su complejidad para borrarla, enriquecida con las preferencias en el uso de nuestras aplicaciones y con el seguimiento que de nuestras consultas en buscadores.   

La realidad es que queda mucho por comentar, en este artículo se reconoce a la Ciudadanía Digital como la alternativa de regulación personal para el uso de la red, pero que pasa con la regulación y el código de ética para los creadores de aplicaciones capaces de  generar productos, contenidos o realidades diversas, que pueden representar perjuicio o ser nocivas a personas, empresas u organizaciones, en su imagen, en sus procesos de operación, en la proyección de su misión o en el alcance de sus propósitos, ojalá que se propicien más acuerdos como el celebrado en noviembre de 2021 por los 193 miembros de la Conferencia General de la UNESCO, acuerdo que prioriza, protege y promueve los derechos humanos así como la dignidad humana y que además se auto propone como una guía ética y una base normativa global que permite construir un sólido respeto por el estado de derecho en el mundo digital.

Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial.

Publicado en 2022 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 7, place de Fontenoy, 75352 París 07 SP, Francia

Adoptada el 23 de noviembre de 2021

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000381137_spa

MTRO. HERMES LÓPEZ SÁNCHEZ

hlsbcenuf@gmail.com

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