¡Es horrible, increíble lo que vemos!
Vista panorámica
No salgo del asombro, hay muchas personas que están admiradas que no creen los acontecimientos que ven, nuestras palabras no expresan tanto terror, crueldad, sangre. hemos pasado todos los umbrales de lo digno, de la rectitud. Hemos hecho garras el orden del maravilloso que estableció el Creador cuando hizo al nombre y le confió el universo.
Estoy impresionado por aquella escena de un hombre fuerte asesinando a una mujer indefensa, inocente, frágil, la mata. Un viejo de 71 años asesina una mujer joven y productiva por acoso sexual de parte del sátiro. ¿Dónde está la policía, los guardianes del orden, ¿es eso la 4T?
Los criminales, del valle de Apatzingán y de la tierra caliente tienen encima el poder del narco que no les permite cosechar el limón. Los pobres tendremos que comprarlo a precias injustos. Un dato que no entendemos es por qué la autoridad no interviene y pone orden. ¿A qué se dedica, con quien está, acaso con el crimen organizado porque reciben “moche”?
¿Por qué no se enfrenta esta realidad si crimen en las “mañaneras”, ¿por qué ahí no se aplica la justicia, porque no se ajusta la realidad a la narrativa, por qué se permite que la atención se evada en la realidad virtual y se presente al país como el mejor de los mundos posibles según el optimismo exagerado y demente de Leibtniz en su Cándido.
Estamos perfectamente expuestos a eso, porque los asesinatos se multiplican, impunemente, la autoridad se preocupa de los criminales porque también son seres humanos y se olvida de los inocentes indefensos que mueren hoy y mañana y el otro día también porque no hay policía ni guardia de ninguna que nos haga sentirnos seguros.
El panorama es tenebroso, amenazante, dantesco.
Hay datos sumamente graves y preocupantes en nuestra convivencia social: el régimen del terror, el poder del narco y los criminales. Impresiona hondamente y con razón como el caso de lo jóvenes desaparecidos de Lagos de Moreno. Ahí sale de las tinieblas un monstruo que anda entre nosotros, el crimen organizado, la crueldad insaciable y sanguinaria de los cárteles, sus ritos de iniciación para romper la sensibilidad humana y liberar la fiera asesina agazapada en el ser humano en su dimensión perversa, cruel, sanguinaria, capaz de lo indecible.
Nos caen encima las diez plagas de Egipto en su expresión horrorosa, mortífera, de tortura y sangre.
Otro crimen que raya en lo absurdo y lo escandaloso, creíble es el caos, la arbitrariedad, la perversidad y el reino del terror y de las fuerzas arcaicas y demoniacas desatadas donde se pierde el Estado de derecho y volvemos a la barbarie, la jungla con la ley del más fuerte sin ninguna ley ni respeto de los valores humanos fundamentales. Mientras tanto el gobierno proclama en su antilógica: no oigo y sigue en su evasión, en sus sueños aberrantes de muerte, estado fallido o narcotizado, en el reino del terror, arbitrariedad, mentira. ¿Cómo es posible un gobierno así, absolutamente increíble y un pueblo que lo soporte adormecido, estoico, sumiso, postrado, sin capacidad de reacción?
La voz de lo alto
Estamos en un mundo de choques, es el mundo de lo absurdo, de pesadilla, de locura furiosa que amenaza con sus armas y su fuerza feroz, sin razón. Hemos perdido el sentido de la persona humana, de la vida.
No hay conciencia moral, el hombre diabólico se permite todo, el sadismo, la tortura. No hay límite a la crueldad, al martirio del amigo, del hermano. Se brincan todos los umbrales de lo razonable, de la dignidad de la criatura más noble de la creación, del hombre, ser pensante de la creación. que salió de las manos de Dios con un destino eterno, santo, glorioso.
Una crisis radical que sacude todo y pone a girar todas las cosas alocadamente, es la crisis del hombre, centro del universo: pierde su identidad el rey de la creación y su relación con todas las cosas y el sentido de Dios, una referencia que hace de las cosas creadas un cosmos, un conjunto ordenado.
Cuando pierde su identidad y su relación con Dios y el universo creado todo se pone a girar en el desorden del choque y destrucción.
Por otra parte, no creamos que las autoridades son una pieza consciente y clave de la realidad y que crean con certeza un mundo sabio, ordenado, el orden perfecto de todas las criaturas siguiendo el plan del creador. El hombre e cree el super hombre, centro del universo, trastorna el orden del Creador, quiere que todo gire en torno a sí mismo y produce el caos en la creación.
Por si fuera poco, en el mundo se hizo presente el mal como una potencia terrible y destructora que pretende ser como Dios y busca herir, dividir, manchar, desequilibrar y destruir la obra de Dios. Es Satanás y sus huestes que detentan un poder inmenso, capaz de competir con Dios. Es el poder de las tinieblas.
El mundo es un campo de batalla, la historia, una lucha feroz: el mal quiere vencer. Finalmente, nuestro mundo es una batalla del bien y del mal, en la que el mal parece salir vencedor. Es la impresión que tenemos en este momento, parece que las fuerzas del mall nos van a aplastar,
Esta es la hora del poder de las tinieblas, la afirmación gravísima es de Jesucristo, el mesías de Dios y del mundo nuevo. Los demonios andan desatados.
Estamos perdiendo lo más precioso y propio del ser humano, la dignidad de personas e hijos de Dios, los tesoros del individuo que hacen de la vida personal, familiar y social una experiencia, digna, feliz, armoniosa. Ponemos a girar todo alocadamente en las sombras y el desorden.
Como en lo ecológico hemos perdido aquel clima dulce y espléndido de Morelia, así hemos degradado la ecología humana, perdimos el ambiente de orden, seguridad y paz, de dignidad, amor fraterno, el gusto de ser seres pensantes y libres, constructores de un destino feliz.
rmr