El arte de contar una buena historia
Uno de los elementos que más nos define como especie humana es la narración oral. En sí, lo que nos transmitimos genéticamente lo hacemos narrando historias. Y, aun y cuando vivimos en la era de Netflix, el ser humano sigue sediento de historias que nos hagan entender, entendernos y hacernos entender.
De ahí que sea muy importante entender que el ser humano, en cada momento que arma sus recuerdos, lo hace en torno a una historia o fantasea la vida que puede vivir a partir de una historia.
Sabiendo ya la relevancia de las historias, les comparto un poco más acerca de cómo construirlas y narrarlas.
Imagina que tienes un vecino llamado Juan. Si una noche sales de fiesta y ves cómo Juan apuñala a su amigo Luis, ¿eso ya es una historia? Desde luego que no: eso es la realidad. Se convertirá en una historia en el mismo momento en el que alguien cuenta que Juan asesinó a Luis. Por lo tanto, una historia no es la realidad, es una representación (también llamada realidad vicaria).
Entonces, podemos decir que una historia es la recreación artificial de los hechos, es decir, de una realidad. Otro punto: Juan asesinó a Luis. Unas hechiceras hablaron con un señor. ¿Esto es una historia? No, si los hechos no están relacionados. Por lo tanto, una historia es una relación entre hechos que configuran una recreación artificial de la realidad.
Ojo: las historias existen porque nuestra mente está configurada para relacionar unos hechos con otros, para darle sentido, aunque no lo tenga necesariamente. Y de aquí entonces desprendemos que el verbo utilizado en las historias es “contar”, y el vehículo que usamos para transmitir lo que contamos puede ser: contar oralmente, por escrito, con nuestro cuerpo, con una dramatización, mediante ilustraciones, con música o con audiovisuales.
Conocer esto es muy importante porque las ventas de nuestras marcas, productos o servicios las podemos incrementar contando historias de manera correcta, estructurada y con los tres elementos necesarios de toda buena historia:
a) Contar algo que refleje la realidad.
b) Que sea creíble.
c) Que atrape la atención de la audiencia o del cliente potencial.
Constrúyete como marca y véndete con éxito utilizando estas ideas, y verás que la abundancia llegará a ti.
El autor es consultor y capacitador de empresas y negocios. Es maestro en Neuromarketing por la Universidad de La Rioja, España. / WhatsApp 4433181742 / redes sociales @ChristiánConAcento
rmr