¿El aguacate, fruto prohibido?

¿El aguacate, fruto prohibido?

En días pasados tuve la oportunidad de recorrer algunos municipios del estado; Pátzcuaro, Erongarícuaro y Zirahuén, una comunidad emblemática que tiene un lago espectacular.

En ese recorrido me quede impresionado al ver la gran cantidad de huertas de aguacate, las cuales están por todos lados, y las más impresionantes se pueden ver a lo lejos entre los cerros, ya que sus árboles han sido podados y sustituidos por aquellos que producen el llamado oro verde.

Cualquier huerta cuenta con una infraestructura que han desarrollado por años, muchas de ellas sin contar con la autorización en materia de impacto ambiental y uso de suelo, lo cual es un requisito fundamental de acuerdo a la Ley para la Conservación y Sustentabilidad Ambiental del Estado de Michoacán. Infraestructura que depende del AGUA la cual es recolectada por ollas para uso agrícola, o sustraída ilegalmente de los lagos para el riego de esas huertas.

La extracción ilegal de millones de litros de aguas nacionales estuvo por mucho tiempo a la vista de los pobladores de estas regiones, hasta que el Estado instrumento una política pública para preservar este recurso, la cual es ejecutada en coordinación con los tres niveles de gobierno mediante operativos, inspecciones y vigilancia de manera permanente en el lago de Pátzcuaro y Zirahuén, lo cual incluso ha llegado a mermar en la vida diaria de los pobladores que no son agricultores pero que se abastecían de esta agua para su consumo diario.

Hasta aquí parece todo bien de alguna manera, sin embargo lo que se avizora es una lucha regional por el agua para abastecer esas huertas de aguacate, principalmente las que operan en la ilegalidad, para mantener esos cortes de calidad que se mandan al extranjero y que reportan millones de pesos a los agricultores, lo que ha hecho que Michoacán sea el Estado que produce más aguacate en el País, y que aporta las cuatro quintas partes del total nacional de la producción de este fruto. Lugar que probablemente dejará de tener ante la falta de AGUA ya que vendrán periodos críticos de crecimiento y en consecuencia baja fecundidad de las flores y una menor formación y desarrollo de frutos, es decir; el aguacate no tendrá la calidad para ser exportado a diversas partes del mundo.

Para entenderlo mejor: La política pública implementada por el Estado, con la que se avanza en la preservación de nuestros recursos naturales, hace que las huertas de aguacate se conviertan en una bomba de tiempo, lo cual se puede evitar instrumentando programas de prevención del delito, apoyo a la economía regional y una sólida impartición de justicia, para contener una eventual crisis de seguridad, ya que además de los agricultores afectados se dice que la delincuencia organizada tiene fuertes intereses e ingresos económicos que provienen de ese fruto, quienes al verse disminuidos económicamente pelearan por el AGUA y buscaran otras fuentes ilegales de ingresos a costa de los habitantes de la región. 

Usted ya tiene el veredicto final.

RYE

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