
El 30 de abril se festeja en México el día de los niños y de las niñas (lo cual sucede así desde principios del siglo XX) y se escribirá mucho sobre eso; así, se escribirá, por ejemplo, sobre Eglantyne Jebb, una mujer inglesa que vivió entre los siglos XIX y XX y que se reveló como una luchadora incansable por los derechos de los niños, al grado que impulsó la “Declaración de los derechos del niño” también llamada como la “Declaración de Ginegra”, y de la misma manera se recordará que es a partir de esa Declaración que muchos países, cada uno en distinta fecha, crearon el “Día del niño” para destacar a nuestros niños y niñas.
La Declaración es muy bonita por su sencillez, brevedad y claridad, como se puede ver de sus cinco principios:
“1. El niño ha ser puesto en condiciones de desarrollarse de una manera normal, material y espiritualmente.
“2. El niño hambriento debe ser alimentado; el niño enfermo debe ser atendido; el niño deficiente debe ser estimulado; el niño desadaptado debe ser reeducado; y el huérfano y el abandonado deben ser recogidos y ayudados.
“3. El niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad.
“4. El niño debe ser puesto en condiciones de ganarse la vida, y debe ser protegido de cualquier explotación.
“5. El niño debe ser educado en el sentimiento de que tendrá que poner sus mejores cualidades al servicio de sus hermanos.”.
Los principios, como se puede entender, en el fondo lo que proponen es reconocer el derecho de los niños y de las niñas a ser felices en forma humana y solidaria y que las personas adultas estamos obligados a crear las condiciones para que sea así.
La Declaración, sin embargo, no expresa suficientemente lo íntimo que son para las personas los niños y las niñas.
Por esa razón, me permito escribir mensajes que se dirigen a los niños y a las niñas, con sinceridad, honestidad y cariño:
- El primer deber que tienes es quererte a ti y buscar ser feliz.
- Quererte a ti, significa proteger, defender y realizar quien eres, sin olvidar que existen otras personas a quienes debes respetar.
- Nunca te olvides de reír.
- No es malo llorar, llorar a veces nos ayuda a liberar los pesos que nos oprimen; pero no permitas que tu vida sea solo llanto.
- Juega tanto como puedas, sin desatender tus deberes.
- Ten cerca de ti a personas buenas.
- Duerme y sueña, sueña mucho.
- Piensa que quieres ser en el futuro y lucha por ello.
- Habla de tus cosas con las personas que te quieren, aman y respetan.
- No eres responsable de lo que pasa en el mundo.
- Imagina, imagina siempre, pero no olvides lo que pasa en verdad.
- No tengas temor, ni te sientas mal por ser diferente, todos somos diferentes.
- Cuida tu cuerpo, tu corazón y tu mente.
- Siente el cariño que tienen para ti, todas las personas que te aman bien.
- Piensa siempre que puedes hacer todas las cosas buenas, pues la primera victoria está en ti.
- Cuando tengas duda de qué hacer, piensa siempre antes con calma qué es bueno.
- Obra siempre con prudencia y cuidado.
- Pero sobre todo y antes que todo, lucha siempre por tu felicidad.
Los mensajes, no son todos los que pueden expresarse, pero se escriben con el mejor ánimo.
Flores infantes,
De coloridos
Pétalos niños
Rían y canten.
Feliz día a todos los niños y a todas las niñas. A ti, Frida, André.
RYE
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