Balance del sexenio 2018 -2024 en materia educativa

Balance del sexenio 2018 -2024 en materia educativa

En 2018, la actual administración pública federal recibió al sistema educativo en la siguiente forma y así lo entregará en 2024, en diferentes aspectos. Veamos:

  • Programas de apoyo socioeducativo. En 2018, Existían programas socioeducativos como el Programa de Escuelas de Tiempo Completo y estancias infantiles, que tenían debilidades como la insuficiente cobertura, una dotación presupuestal escasa, siempre bajo la sospecha de corrupción. Por ende, las barreras hacia el aprendizaje y la participación escolares permanecieron.

Para 2024, se entrega el programa La Escuela Es Nuestra en operación y con presupuesto asignado, así como se dio la creación de programas de becas escolares, con financiamiento histórico.

Sin embargo, aun así, el presupuesto es escaso. Se han comprobado casos de corrupción, como la facturación simulada, recibos de entrega firmados por personas en situación de analfabetismo, obras no realizadas reportadas como entregadas y facturadas, entre otras. Las becas no están vinculadas hacia el aprendizaje ni hacia la participación en programas sociales transversales para el combate a la pobreza multidimensional. Como resultado, las barreras hacia el aprendizaje y la participación escolares permanecieron.

  • Gobernanza en materia educativa. En 2018, se contaba con un organismo de gobernanza del sistema educativo nacional, el Consejo Nacional de Participación Social en la Educación (CONAPASE), que obligaba a tener organismos estatales (CEPSE), municipales (CMPSE) y escolares (CEPS) operando y funcionando articuladamente. A pesar de lo ambicioso del modelo, era aún incipiente, poco vinculante y, en buena medida, simulatorio.

Actualmente, se cuenta con Consejos Escolares de Administración Participativa (CEAP) en el marco de La Escuela Es Nuestra, mecanismo de participación ciudadana que es simulatorio, con escasa capacidad de toma de decisiones y confrontativo, al ser los CEAP una especie de comités de obra con presupuesto escaso, no articulados entre sí, ni con atribuciones que les brindasen posibilidades de recomendar medidas de política pública.

  • Ingreso al Servicio profesional docente. Durante el sexenio anterior, Se creó la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD). Se emitieron las primeras convocatorias para el ingreso al servicio profesional docente masivas en la nación, buscando conjurar el tráfico y la herencia de plazas. Sin embargo, existía corrupción, puertas traseras, firma de minutas y emisión de convocatorias en cero.

En este sexenio, se realizó la modificación normativa que desapareció la CNSPD y posibilitó el nacimiento de la USICAMM y las UESICAMM. Existe corrupción, puertas traseras, firma de minutas, convocatorias en cero. No se legisló al personal de asistencia y apoyo a la educación ni a las plazas estatales. Por promesa presidencial, se otorgan plazas automáticas sin concurso real, más bien se simula con convocatorias a la medida.

  • Inversión en educación. Se invertía en educación en montos multimillonarios, históricos, pero la inversión continuaba siendo insuficiente en materia educativa.

A la fecha, se continúa invirtiendo mucho dinero en educación, pero también sigue siendo insuficiente. Prevalece y se ha acrecentado la dependencia de varias entidades federativas respecto a la transferencia discrecional de recursos a través del Programa Presupuestal U-080.

  • Gobernabilidad del sistema educativo. Hubo intentos de hacerse de la rectoría del sistema educativo nacional mediante la ley y la fuerza. Había múltiples grupos movilizados oponiéndose sistemáticamente a las reformas educativas. Como consecuencia, prevalecía el malestar docente y focos rojos constantes, como consecuencia de las medidas de movilización, las cuales derivaron en hechos de sangre.

Ahora, existe un pacto público o soterrado con prácticamente todos los grupos movilizados del sistema educativo nacional. Hay una visible cooptación de los sindicatos y expresiones gremiales por parte de la fuerza política en el poder. Ello puede derivar en el uso clientelar del magisterio nacional para fines político-electorales. Sigue habiendo malestar docente y focos rojos que persisten. Como consecuencia de las medidas de movilización ha habido hechos delictivos y de sangre.

  • Evaluación del sistema educativo nacional y transparencia y rendición de cuentas en el sector educativo. En 2018, existía un organismo autónomo, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), para encargarse de tan importantes rubros. Había un estrecho acompañamiento y vigilancia del INAI, de CONEVAL y así como de la demoscopía del INEGI. Sin embargo, persistía la opacidad de algunas entidades federativas.

En este sexenio, desapareció el INEE, se conformó la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Actualmente, se amenaza la desaparición del INAI, de MEJOREDU y de CONEVAL. Existe hoy una opacidad sin precedentes en este siglo en las medidas de política pública en el sector educativo, como ejemplos están el reservado de información en el proceso de construcción de la NEM y de los libros de texto gratuitos.

  • Formación continua y actualización docentes. Se apoyaban programas para tales efectos, pero había escaso presupuesto para Formación Continua y Actualización Docentes.

A la fecha, se continúa con el programa de formación continua y actualización docentes, pero con muy poco presupuesto para la formación continua y actualización docentes, estando ahora en mínimos históricos durante el último bienio (85 y 96 pesos por maestro, respectivamente), justo cuando más recursos se requieren para implementar el nuevo modelo educativo (Nueva Escuela Mexicana) y para poder emplear a cabalidad la nueva generación de libros de texto gratuitos.

  • Infraestructura, equipamiento y conectividad escolares. Se hicieron esfuerzos para avanzar al respecto hasta 2018. Prevalecían la escasa presupuestación, insuficiente para atender las circunstancias y un avance muy lento en la cobertura y dotación a las comunidades escolares, todo entre sospechas y evidencias de corrupción, mientras que se sostenía la precariedad en infraestructura, la falta de dotación de consumibles y de equipamiento, así como la lentitud en el avance de la implementación de conectividad a Internet violentan los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes de la gran mayoría de las escuelas nacionales, particularmente las más marginadas.

En este sexenio, se lanzó La Escuela Es Nuestra para avanzar al respecto. Persiste exactamente la misma problemática, aunada al clima confrontativo de los CEAP en las escuelas: es decir, continúan la escasa presupuestación, insuficiente para atender las circunstancias. Avance muy lento en la cobertura y dotación a las comunidades escolares, la corrupción, así como la precariedad en infraestructura, la falta de dotación de consumibles y de equipamiento, así como la lentitud en el avance de la implementación de conectividad a Internet violentan los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes de la gran mayoría de las escuelas nacionales, particularmente las más marginadas.

  • Reformas educativas. En el sexenio pasado, se realizó una reforma educativa centrada en visibilizar los derechos a estar, aprender y participar de las niñas, niños y jóvenes, con mecanismos de evaluación. La reforma no alcanzó a implementarse plenamente y contaba con vacíos, falencias de origen y puertas traseras.

En este sexenio, se elevó la inclusividad a nivel constitucional. Se destacó la excelencia como atributo de la educación, así como se buscó avanzar en la aplicación y apropiación de la reforma educativa de AMLO, sin mayor éxito hasta el momento. Prevalece la discrecionalidad y manejo selectivo de la norma y hay hasta amenazas de contrarreforma para retirar la palabra “excelencia” del Artículo Tercero constitucional, en caso de continuar MORENA en el poder.

  • Evaluación del aprendizaje educativo. Hasta el cierre del sexenio anterior, era oficiosa la participación en la Prueba PISA a escala internacional y, en lo nacional, la aplicación de las pruebas ENLACE/PLANEA. Lamentablemente, las pruebas y sus resultados se usaron para comparar, premiar, castigar, discriminar, denostar y generar ruido mediático.

No se diseñaron ni aplicaron medidas de política pública correctivas, ni para la mejora continua del aprendizaje nacional.

En el presente sexenio, se realizan evaluaciones diagnósticas por parte de MEJOREDU a inicio de cada ciclo escolar y se participa con una muestra nacional en PISA. Se ha soslayado la cultura de la evaluación del aprendizaje. Se desapareció la prueba PLANEA. No hay muestras estatales de PISA. No hay programas de mejora continua que den seguimiento a los resultados de PISA nacional ni a las evaluaciones diagnósticas de MEJOREDU. La no participación de las entidades federativas en las pruebas diagnósticas de MEJOREDU no tiene consecuencias ni sanciones.

Juzgue usted, amable lector, cómo nos encontrábamos, cómo estamos ahora y qué hace falta para que las niñas, niños y jóvenes puedan ejercer plenamente sus derechos a estar, aprender y participar en las escuelas del país y de Michoacán de Ocampo en particular, hasta llegar a alcanzar la mejor versión posible de sí mismos. Por lo anterior, la educación está en campaña.

Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles

*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C

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