2 de junio

2 de junio

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El próximo dos de junio las y los ciudadanos votaremos por candidatos(as) para elegir quién ocupara los 20,708 cargos en disputa.

Sobra decir que el cargo más importante es el que corresponde a la Presidencia de la República.

En un segundo término, las diputaciones y senadurías también son relevantes, porque actuarán en buena parte como una condición del ejercicio de quien ocupe la Presidencia de la República.

Esto quiere decir, como ya se escribió hace tiempo, que si quien gane la Presidencia de la República cuenta con una mayoría de 2/3 partes o más de las Cámaras del Congreso Federal, al menos en sus primeros tres años, podrá gobernar sin mayor sobresalto, hacer los nombramientos, obtener los presupuestos, dictar los reglamentos como acuerdos, y profundizar los cambios constitucionales correspondientes.

En la medida en que esa mayoría de 2/3 disminuya, el poder de la persona que ostente la Presidencia de la República disminuirá y se verá obligada a conciliar intereses.

Como están las cosas a diez días de la jornada electoral, y tomando en cuenta las encuestas que tienen por objeto revelar la intención de voto, hay claridad en torno a los potenciales resultados para la Presidencia de la República: en primer lugar, Claudia Sheinbaum Pardo, seguida bastante lejos por Xóchitl Gálvez Ruiz y en tercer orden movimiento ciudadano.

En donde no existe la misma claridad es en las diputaciones y senadurías al Congreso de la Unión. Es un terreno fangoso.

Lo más probable es que exista un voto diferenciado, incluso por cada votante, según se trate de elegir a la persona que ocupe la Presidencia de la República, las legislaturas federales, gubernaturas, legislaturas locales, y ayuntamientos.

Lo más previsible, a juicio de quien escribe y tratando de ser objetivo, es que no es seguro que Morena obtendrá la mayoría calificada en las Cámaras del Congreso de la Unión, pero sí la mayoría para, por ejemplo, aprobar el presupuesto.

Así que la proyección parece que puede mantenerse: pocos cambios constitucionales, cambios esencialmente legales, de política pública y programáticos, ejerciendo la oposición todos los instrumentos a su alcance para contener al gobierno de Morena y sus cambios.

La cuestión aquí ha de ser que la oposición, especialmente, debe ser reflexiva para sopesar si una estrategia de mera oposición, obstruccionista, les producirá mayor rédito político que aquella de ser más razonable y acordar en los casos en los que sea procedente, algo que, por otra parte, es al menos de dos.

Este parece ser el escenario, a menos que –sin que se entienda como deseado-, acudiendo a un enfoque comparado se dé en los próximos días, y con mayor precisión, en el lapso de veda o reflexión, un escenario parecido al que vivió España en marzo de 2004.

Recordar que, en el mes de marzo de 2004 en España, todo indicaba que el Partido Popular (PP), con José María Aznar a la cabeza, ganaría las elecciones generales; y que José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quedaría en un segundo lugar.

La cuestión es que previo a la jornada de votación, se sucedió el ataque terrorista del 11M en Atocha, y esto se ligó con el inexplicable apoyo del gobierno de Aznar a la intervención en Irak, entre otros factores.

El descontento popular en ese momento en España y el hecho de que el PP no pudiera ya reaccionar en días cercanos a la votación, hizo que, en cuestión de días, la intención de voto cambiara radicalmente y ganara las elecciones generales el PSOE con Zapatero al frente.

Pero, eso, en nuestro país, no parece tener cabida, así que es de esperar el escenario del triunfo de Morena en la Presidencia de la República y la conquista de una mayoría, con aliados, en las Cámaras del Congreso de la Unión.

RYE

logo
Mi Morelia.com
mimorelia.com