Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Desde 2019, en Michoacán hay sequía "moderada", y aunque en 2021 está garantizado el ciclo de riego primavera-verano para la producción agrícola, se tendrán efectos adversos, como la disminución de más de nueve mil hectáreas en distintos distritos, debido a que bajó el volumen de agua en algunas presas, según declaraciones de autoridades de la dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el estado.
CONTEXTO: Michoacán tiene sectores a los que afecta más la sequía que otros, debido a que hay áreas o municipios que tienen cultivos de temporada; aunque las lluvias son un "albur", por ejemplo en la región Oriente, como Zinapécuaro, Indaparapeo, Maravatío, Ciudad Hidalgo, que tienen zonas de riego o que usan agua de las presas; pero los municipios que no tienen dependen del buen temporal de lluvias para sus cultivos, explicó Rebeca González Villegas, ingeniera agrónomo-parasitóloga por la Universidad Autónoma Agraria de Coahuila y docente en el Instituto Tecnológico del Valle de Morelia.
En entrevista con MiMorelia.com, el subdirector de Infraestructura Hidroagrícola de la Conagua en Michoacán, Óscar Rangel Ramírez, precisó que, aunque no se puede hablar de un promedio general, hay reportes de que presas de uso agrícola han disminuido su volumen de agua entre 10% y 15% en los dos últimos años, por lo que algunas registran desde 90% hasta 7% de su capacidad de almacenamiento, a consecuencia de las bajas precipitaciones durante 2019 y 2020.
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Apuntó que, a causa de la falta de lluvias en los dos últimos años, para 2021 se estima que las producciones agrícolas tengan una afectación de hasta un 10%, porque para esta temporada primavera-verano, de los ocho distritos en los que divide Conagua las presas en Michoacán, habrá reducción de más de 9 mil hectáreas de riego.
En el distrito Morelia-Queréndaro, por ejemplo, habrá una reducción de superficie para riego en la producción de maíz, avena, trigo y alfalfa, al pasar de 19,500 hectáreas a 14,700; en el distrito de Yurécuaro también habrá una baja en la superficie de siembra de maíz y sorgo, al pasar de 4,500 a 2,000 hectáreas; mismo caso en el distrito de Tuxpan, que pasará de 18,000 a 15,000 hectáreas. En el de Apatzingán todavía está por definirse la superficie por ajustar.
En esos distritos, además, se contempla la reducción de hectómetros cúbicos (Hm3). Cada uno equivale a 1000 millones de litros para el riego.
Por ejemplo, en el distrito Morelia-Queréndaro, de los 80 Hm3 que normalmente se abastecen para todo el año, sólo se usarán 22 Hm3, porque la producción depende del 30% del volumen de las presas y el resto es de otras fuentes de abastecimiento. "Por ello, la decisión de los usuarios sobre qué ciclo suspender fue la de otoño-invierno de 2020", puntualizó.
En contraparte, abundó, en los distritos de Zamora, Jiquilpan y Lázaro Cárdenas se mantendrá la producción normal, sin restricción de hectáreas ni de líquido.
Pese a la situación, aseguró que por el momento no está en riesgo la producción agrícola en Michoacán, porque se cuenta con una "reserva", pero advirtió que si la sequía se agrava se tendría un impacto negativo, porque "imagínate que cada año pierden un 10%; en cinco años ya perdiste la mitad de la superficie".
Octavio Muñoz Torres, subdirector técnico de la Conagua en Michoacán, comentó que, aunque en la entidad se estima que el 60% de las hectáreas tiene riego superficial o de presas, el otro 40% se riega con aguas de pozo o subterráneas, con lo que se asegura que haya producción agrícola todo el año.
Expuso que, por lo regular, los productores optan por regar las superficies en primavera y esperan que se presenten las precipitaciones durante verano para no requerir un riego adicional en los cultivos; por eso, apuntó, si se tiene un temporal de lluvias de "agua media", se contará con líquido suficiente para dicho ciclo en 2021.
Añadió que, aunque optaron por reducir el ciclo de riego otoño-invierno por primera vez en 2020, todavía no se ha determinado si se repetirá dicha medida en el mismo periodo de este año, ya que dependerá de cómo concluye el temporal de primavera-verano (inicia este mes), así como de los volúmenes de almacenamiento en las presas de riego.
Por: Josimar Lara/R