Guadalajara, Jalisco (Boletín).- Quienes por cualquier motivo padezcan cirrosis o insuficiencia hepática, deben omitir de su dieta los productos embutidos, las carnes rojas y los mariscos, porque tienen un alto contenido nitrogenado y éste, al no ser metabolizado por el hígado, suele provocar alteraciones cognitivas como desorientación, cambios de personalidad, pérdida de movimientos de la mano y estado de coma.
Así lo advirtió el jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ramón Iván de Dios Pérez, quien explicó que este cuadro clínico es conocido como encefalopatía hepática y es causado por la acumulación de amoniaco en el organismo, el cual afecta directamente al sistema nervioso.
Si este cuadro clínico no se trata a tiempo, advirtió, un estado de somnolencia puede avanzar a uno de sopor en el que el paciente ya no despierte, a menos que haya un fuerte estímulo e, incluso, a un estado de coma. La encefalopatía hepática es completamente prevenible si se lleva una alimentación de acuerdo con las indicaciones médicas.
"(La encefalopatía) ocurre a pacientes con insuficiencia hepática, la cual puede ser ocasionada tanto por alcoholismo crónico, como por infecciones por hepatitis tipo B o C, o por afecciones autoinmunes. Hay pacientes de 12 o 13 años de edad que tienen cirrosis a consecuencia de estas dos últimas causas, pero también otros de 20 años que por alcoholismo ya la presentan".
De Dios Pérez detalló que, cuando el hígado tiene un daño irreversible y no puede cumplir adecuadamente con sus funciones, lo que sucede es que hay un endurecimiento que propicia la acumulación de grasa en ese órgano, la dificultad para metabolizar alimentos, problemas de coagulación y una subsecuente predisposición a várices en piernas y esófago, así como a desarrollar enfermedad hemorroidal.
La cirrosis hepática, finalizó, se puede prevenir no consumiendo excesivo alcohol y medicamentos sin prescripción médica, así como protegerse de la hepatitis viral, en especial de los tipos B y C que causan problemas crónicos, así como evitar las prácticas sexuales de riesgo.