Por: Alina Espinoza
Estados Unidos (Rasainforma.com).- Un chico quería ganarse un peluche a fuerzas, por lo que se metió en la máquina expendedora en la sala de juegos, pero al final terminó de una manera vergonzosa.
Un bombero que se encontraba en su día libre y cenaba en el restaurante Beff O'Brady en Titusville, gritó que alguien llamara al 911 y sus colegas de una estación cercana le ayudaron a salvar al menor que estaba dentro de la máquina.
"Pudo entrar, pero evidentemente no pudo salir por donde entró" comentó el jefe Gregory Sutton.
El niño Mason aguardó sentado sobre los muñecos mientras los bomberos realizaban la labor, proceso que duró cinco minutos.
Sutton comentó que el niño estaba avergonzado, sin heridas. Solamente la maquina sufrió daños menores.