Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El pasado 8 de julio, un trágico incidente sacudió el aeropuerto de Milán-Bérgamo, en Italia, cuando un hombre identificado como Andrea Russo, de 35 años, se lanzó al motor de un avión en movimiento y murió al instante.
El avión implicado era un Airbus A319 de la aerolínea Volotea, con ruta hacia Asturias, España. Los pasajeros ya se encontraban a bordo cuando ocurrió el hecho. El vuelo, identificado como V73511, tuvo que suspender su salida y las operaciones en el aeropuerto fueron detenidas durante al menos cinco horas.
De acuerdo con las autoridades italianas, el hombre forzó la entrada a la pista de aterrizaje y, pese a los intentos del personal por detenerlo, logró acercarse a la turbina derecha del avión, justo en el momento en que este realizaba la maniobra de retroceso.
“Solo sentimos una vibración muy fuerte”, narraron algunos pasajeros, quienes afirmaron que se les pidió cerrar las ventanas tras el incidente, mientras el capitán informaba que había ocurrido una tragedia.
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El cuerpo de Andrea Russo quedó sobre la pista, y ambulancias y bomberos llegaron rápidamente al lugar.
La fiscalía italiana confirmó que Russo no era trabajador del aeropuerto ni pasajero. Era originario de Calcinate, una localidad cercana, y había dejado su auto frente a la terminal con las llaves puestas, lo que refuerza la hipótesis de un posible suicidio.
Russo tenía antecedentes de drogadicción y vulnerabilidad emocional, y había sido internado en varias ocasiones en centros de rehabilitación. Personas cercanas a él lo describen como alguien que intentaba rehacer su vida.
Las investigaciones continúan para reconstruir las últimas horas del hombre y su estado psicológico antes del suceso.
mrh