Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La postura del Instituto Nacional de Antropología e Historia es que se deben aplanar las fachadas, "hay que protegerlas, (si no) lo que estamos dejando es que esté expuesta la cantera; hay pocos edificios en donde está labrada la cantería, pero incluso esas tenían un aplanado, un enjarre, un encalado y en algún momento se les quitó", expuso Salvador Chacón Piñón, arquitecto perito de Monumentos del Centro INAH Michoacán.

“Los templos y palacios estaban encalados, el recubrimiento era el protector solar; sí necesitamos protegerlo", dijo.

Aunado a eso, dijo, "Morelia tiene una condicionante de una humedad constante en la zona centro o en cualquier punto de la ciudad; tiene una peculiaridad en cuanto a su emplazamiento, es decir, sí estamos sobre un banco de cantera, pero arriba de ese banco de cantera hay un colchón de arcillas […] cuando hay humedad ésta se queda en el aplanado y cuando no, se queda en la piedra, (por ello) es más fácil cambiar el aplanado".

Y es que, si se hace de otra forma, el salitre lo que genera es una degradación de la piedra que es la que soporta, "cuando les dicen que hay que ponerle cemento hay que ponerle antisalitres y selladores lo que están haciendo es generando una capa que no deja que salga agua y de todos modos se va a seguir degradando en el interior; es mejor cambiar los aplanados cada tres o cuatro años".

Por otra parte, consideró que "hay una leyenda urbana que ha existido de que el INAH no permite hacer, y lo que queremos es que vengan, queremos decirle qué es lo que sí hay que hacer".

Comentó que hay apertura, y que sí "hay cosas que no se pueden hacer por los mismos materiales, como cuando por ejemplo quieren aplanar con cemento, lo que no queremos es de que se perjudique o que se haga mal; queremos que se restaure, que se arreglen, pero de la mejor manera", concluyó.

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