Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A las 8:00 horas, miembros de la familia Melchor Mondragón abren las puertas de "la tienda de Miguelón". Para entonces, ya hay personas esperando ingresar, aunque se ha solicitado que los visitantes lleguen hasta las 10 de la mañana. Los anfitriones no han podido negarse a la petición de quienes, viniendo desde lejos y en situaciones difíciles, desean conocer la imagen de la Virgen de Guadalupe presuntamente derramando lágrimas de sangre, historia que han visto en redes sociales y medios de comunicación.
Desde el pasado domingo, turistas, habitantes locales, enfermos, creyentes, católicos, misioneros, personas con algún pesar e incluso escépticos han acudido al domicilio en la calle Joaquín Amaro de la colonia Obrera para verificar personalmente el suceso que se cuenta.
Hay quienes entran de rodillas al domicilio, otros hacen fila y algunos prefieren esperar afuera a sus familiares, aunque la visita sea prolongada.
Se relata que, entre quienes han acudido, se han pedido más señales, tanto así que la tarde del domingo 9 de junio personas que rezaban en el domicilio aseguran que, aproximadamente a las 17:15 horas, la imagen de la Virgen de Guadalupe volvió a sorprender a los presentes con un nuevo fenómeno.
Sostienen que el manto "cambió de color repentinamente", pasando de verde a rosa, después de que una persona pidiera que la virgen se manifestara nuevamente, para responder a aquellos que aún dudan de lo ocurrido.
El suceso fue reportado y confirmado verbalmente a este medio de comunicación por testigos que oraban y contemplaban la imagen. Indicaron que, en caso de que la autoridad eclesiástica lo solicite, están dispuestos a brindar su testimonio. Para ello, sus nombres y teléfonos quedaron registrados en una libreta.
Según relatan, el cambio de color ocurrió de manera gradual, dejando a todos los presentes asombrados. "No podía creer lo que estaba viendo, primero pensé que era un reflejo o algo así, pero el color cambió delante de mis ojos", comentó Rosaura Rodríguez Manjarrez, una visitante del lugar y vecina de la colonia Obrera.
Por su parte, Miguel Ángel Melchor Raya, propietario de la imagen, confirmó los testimonios de los visitantes: "Estábamos rezando el rosario, iba a dar unas instrucciones que me dijo el padre, cuando alguien señaló que el manto de la virgen se veía diferente. Al principio, pensamos que era por la luz, pero al acercarnos, vimos claramente que el color había cambiado de verde a rosa, tanto en la figura como en la foto que está a sus pies. Sin embargo, la foto sí se quedó rosa y la figura no".
El rumor sobre este supuesto nuevo fenómeno se corrió rápidamente en la colonia moreliana y, en cuestión de minutos, incrementó la afluencia de fieles al domicilio. Antes de ingresar, decían a la matriarca de los Melchor Mondragón: "Ya regresé, doña Tere", pues ya habían acudido en la mañana a rezar y querían actualizarse sobre la información de primera mano.
En el lugar hay quienes hacen transmisiones en vivo, otros toman fotos y algunos esperan su turno para recargarse en el reclinatorio. Personas mayores se acercan para frotar la figura y luego llevan sus manos a la cara, la cabeza, el abdomen o alguna otra parte de su cuerpo donde sienten alguna molestia.
Ana Guillén, también vecina, relató a las personas que se encontraban en la entrada de la casa marcada con el número 45 que desde hace ya semanas atrás tenía un dolor intenso en las piernas. Contó que en la mañana, mientras rezaba el rosario, sintió un hormigueo extraño, pero continuó de pie. Al retirarse, y recorrer poco más de cinco cuadras hasta su casa, se percató de que el dolor había desaparecido y hasta el momento no ha regresado.
Una de las nietas de Miguel Ángel compartió conmovida, y con temor a ser juzgada, uno de los varios "milagros" que ha atestiguado en los últimos siete días.
"Llegó una persona en silla de ruedas, no podía ni caminar. Yo ayudé a meterla. Estuvieron aquí un buen rato y hubo un momento en que se acercó a tocar a la virgen. De repente se puso de pie. No caminó como tal, pero sí logró levantarse", narró casi llorando, a lo que Teresa Mondragón, su abuela, dijo que su nieta se ha contenido y no ha querido hacerlo, al ver lo que está ocurriendo.
A pesar de la ferviente devoción que se observa y numerosas afirmaciones de "milagros", el reconocimiento de estos fenómenos por parte de la autoridad eclesiástica es un proceso complejo y riguroso.
La Iglesia Católica a través de sus procedimientos debe evaluar meticulosamente cada testimonio y evidencia antes de declarar oficialmente un milagro. Este análisis implica no sólo la validación de los eventos extraordinarios, sino también la exploración de posibles explicaciones naturales.
Independientemente de la eventual validación oficial, las personas y creyentes ya emitieron su propio juicio.
Mateo Calvillo, sacerdote que ha hablado con algunos medios de comunicación, menciona que no se dan las condiciones de santidad y discreción para poder considerar esto como un milagro de parte de Dios, sino más bien algo publicitario. No obstante, las experiencias vividas y los cambios percibidos entre los visitantes parecen tener un significado profundo, personal y, sobre todo, espiritual, que les ayuda a consolidar su fe, según mencionan.
Así es la historia de la Virgen de Guadalupe en "la tienda de Miguelón", ubicada en la colonia Obrera, a escasas calles de El Pípila, donde la posibilidad de un milagro o de una manifestación divina, continúa sorprendiendo y atrayendo a numerosos fieles que, después de viajar por horas y visitar el domicilio, tienen la libertad de creer o no.
rmr