Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Luego de enfatizar que la despenalización del aborto es insuficiente, integrantes del Frente Violeta Michoacán advirtieron que mientras no se realicen las reformas a la Ley de Salud del Estado para garantizar que la interrupción del embarazo sea universal, gratuita y segura, no se puede celebrar nada en el movimiento feminista.
La abogada Maricela Montero Andrade, integrante del colectivo Incendiarias, explicó que la despenalización del aborto sólo implica que ya no se perseguirá y castigará a las mujeres que se hayan practicado un aborto voluntario, pero no les garantiza que puedan acudir a una clínica del Sector Salud para interrumpir sus embarazos de forma gratuita, segura y siendo tratadas con dignidad y por ello resulta indispensable la reforma a la Ley de Salud del estado.
La abogada se mostró un tanto decepcionada cuando se enteró que la reforma contemplaba únicamente cambios al Código Penal y no se trataba de una reforma integral que legalizaba el aborto, sobre todo cuando la Cámara cuenta con iniciativas que contemplan reformas a la Ley de Salud; incluso recordó que organizaciones agrupadas en el Frente Violeta Michoacán entregaron una iniciativa con las adecuaciones necesarias para garantizar que la interrupción del embarazo forme parte de los servicios de atención médica de las instituciones de salud.
Explicó que en la iniciativa entregada en el Congreso contempla, por ejemplo, una reforma al artículo 2, para que en el Glosario se establezca el concepto interrupción legal del embarazo y otros términos relacionados con la práctica del aborto seguro; También dijo que sería importante una adecuación al artículo 31 para erradicar la carga moralista y discriminatoria que tiene al referirse a los riesgos de la “promiscuidad” en lugar de centrarse en la educación sexual.
Claudia Boysso, integrante de la organización Defensoras Digitales Michoacán, reconoció que la despenalización solo es el primer paso, pero mientras no se concrete la legalización no se resolverá el problema central que genera la práctica del aborto en condiciones de clandestinidad y sin ninguna garantía sanitaria para las mujeres.
Debe quedar claro, dijo, que mientras en Michoacán no reforme la Ley de Salud y la Ley por una Vida Libre de Violencia para las Mujeres no se puede celebrar nada todavía. Es plausible, reconoció, la decisión de despenalizar el aborto, pero sigue siendo una reforma incompleta.
Ambas activistas también coincidieron en que la reforma no se trató de ninguna concesión del gobierno, sino solo del cumplimiento del mandato que desde hace varios años había emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que establecía que en México es inconstitucional criminalizar el aborto de manera absoluta, además de que se debe garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre su cuerpo, sin enfrentar consecuencias penales.
Un aspecto fundamental en la reforma a la Ley de Salud, explicó la abogada Montero, es que se debe agregar un nuevo título referente a la interrupción del embarazo, que garantice que sea universal, gratuito y seguro pero además con un trato digno a quienes lo soliciten; para ello también es indispensable que durante el proceso, que quizá contemple algún tipo de asesoría informativa por parte del personal sanitario, solo se limite a exponer las opciones que tendría la solicitante sin involucrar ningún tipo de sesgo ideológico o religioso.
Al referirse a la figura de “objeción de conciencia” a la que podrían recurrir algunos médicos y/o personal del sector salud, Montero Andrade se mostró a favor de respetarla sin tapujos, pero también fue enfática al mencionar que las instituciones deben garantizar siempre y en todo momento el derecho de las mujeres, por lo que tendrían que contar con el personal suficiente para garantizar la atención. Además de que los procedimientos que implementen sean respetuosos con el cuerpo de las mujeres, tal como se practican en la CDMX, que ha logrado una tasa cero en mortalidad, luego de 15 años de experiencia.
Para ambas activistas es indispensable que los reglamentos y protocolos que se deriven de la reforma a la ley, establezcan con precisión que el servicio que ofrecerá el sector salud será siempre digno y respetuoso con las mujeres, porque existen experiencias en otros estados que han incumplido con estas obligaciones.
RYE