Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A pesar de que Michoacán es uno de los principales productores de frutas y hortalizas del país se ubica en los últimos lugares en darle valor agregado a sus productos; revertir este escenario contribuirá a fortalecer la economía del sector y del estado en su conjunto opinan directivas del Centro de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Michoacán (CIDAM).
Sylvana Figueroa Silva, directora Ejecutiva del CIDAM, advierte que en Michoacán se están desperdiciando recursos y oportunidades para vigorizar las cadenas productivas, fortalecer al campo y mejorar las oportunidades de negocio de los productores michoacanos. Además de los productos exitosos como el aguacate, las berries y el agave, en el estado se producen otras frutas, verduras y hortalizas que deberán ser mejor aprovechadas.
“Aquí lo importante es saber que tenemos la oportunidad, de poderlo lograr, de agregarle valor a toda la producción y en el CIDAM tenemos un laboratorio en específico que ayudamos a nuestros productores a aprovechar para que no haya desperdicio en toda su cosecha y lo transforme y creamos proyectos productivos, transformando (su producto) y yo creo que es un área de oportunidad muy importante que sabiéndola aprovechar vamos a subir escalones en la agroindustria”.
Citlali Colín Chávez, coordinadora de la Unidad de Calidad e Inocuidad del CIDAM explica que vender el producto al natural prácticamente es vender agua y lamenta que se desaproveche la oportunidad de sacarle el valor agregado a los productos agropecuarios michoacanos.
Este aprovechamiento, explican, impacta también directamente en el cuidado del medio ambiente porque darles valor agregado a productos tan perecederos permite disminuir la sobre explotación de los recursos naturales al ampliar su conservación, facilitar su manejo, enriquecer su contenido y, sobre todo, mejorar el costo del mismo. Esto sin mencionar que en no pocas ocasiones se desperdicia el producto -se calcula que en ocasiones alcanza el 50 por ciento- porque no les resulta costeable ya sea su cosecha o transportación hasta los mercados para su venta.
“Eso repercute en tres rubros principalmente: en el económicos porque finalmente es dinero que se va a la basura; segundo, en que le estamos negando a cierto sector de la población el alimento, entonces atentamos contra la seguridad alimentaria y finalmente al ambiente porque se gastaron recursos naturales para producir un alimento que no llegó al plato del consumidor”.
Por ello, Sylvana Figueroa destaca que existan instituciones como el CIDAM, que desde hace 12 años contribuyen a fortalecer las cadenas agroalimentarias del estado para elevar su competitividad técnica y económica, con beneficios sociales y ambientales; además, gracias a los convenios que mantiene con instituciones gubernamentales y académicas como la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo les permiten ofrecer costos realmente accesibles para quienes deseen aprovechar sus servicios.
Actualmente el CIDAM, además de ser un organismo certificador de bebidas alcohólicas -como mezcal, destilado de agave y charanda-, brinda capacitación y mantenimiento, elabora las tablas de contenidos nutrimentales de los productos de anaquel y cuenta con 11 laboratorios de análisis que les permiten elaborar análisis de suelos y transformación de alimentos y realizar diagnósticos fitosanitarios, entre otras acciones.
Figueroa Silva también destaca que en el CIDAM realizan investigación aplicada y destaca, por ejemplo, que en sus laboratorios produjeron un bioinoculante que contribuye a regenerar los suelos de forma natural, disminuyendo el uso de pesticidas hasta en un 50 por ciento. Además, este producto, dice, es económico y de acceso no solo a los productores, sino a cualquier persona para uso doméstico, para el cuidado de sus plantas y jardines.
“Los doctores (del CIDAM) desarrollaron un bioinoculante que ayuda muchísimo a tener plantaciones o producciones más vigorosas, ayudan a regenerar el suelo, además es un producto muy económico y ayuda a reducir el uso de pesticidas hasta el 50%, entonces, la aplicación es muy sencilla, son dos veces al año y reduce el costo de la producción y ayuda a tener producciones más ricas y vigorosas”.
SHA