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Michoacán

Con las reformas, Infonavit recupera su espíritu social: Sergio Adem

Mario Hernández

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Para el delegado del Infonavit en Michoacán, Sergio Adem Argueta, con la reforma al organismo que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador se fortalecería el acceso de los trabajadores a una vivienda digna y asequible, aspiración que se había restringido por el anterior modelo que visualizaba la vivienda más como una mercancía que como un derecho humano.

El funcionario aclara también que varios aspectos de la iniciativa de reforma al organismo fueron deliberadamente tergiversados, quizá por intereses político electorales, para generar miedo o rechazo a la misma, especialmente en lo referente a la propuesta de la llamada “renta social” y la participación del Instituto en la edificación de nuevas viviendas.

El instituto, dice, desde hace más de medio siglo ha tenido la encomienda de ayudar a los trabajadores afiliados a obtener créditos para la adquisición de viviendas o para mejorar las mismas, pero en el transcurso de los años, principalmente después de las reformas impulsadas a inicios de la década de los 90's por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, se tergiversó su principal finalidad y se convirtió en una institución que comenzó a lucrar las necesidades de la gente.

“El Infonavit empezó hace 50 años involucrado también en los procesos de producción de la vivienda, administrando recursos para la construcción de vivienda pero no mucho tiempo después se convirtió, por decisiones en aquel entonces de la política nacional y naturalmente en los involucrados en las asambleas del instituto, en un rostro financiero; dejó de participar en la producción de la vivienda y solamente se dedicó a otorgar recursos para créditos, pero eran recursos que llegaban a ser los más caros del mercado hipotecario nacional y la cobranza, indolente, dura, créditos difíciles de pagar, impagables prácticamente y la cobranza muy dura”.

Considera que a partir de llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó un cambio significativo para recuperar el espíritu social del organismo y para la reforma de 2020 se concretó un modelo que permitía, ahora sí, apoyar a los trabajadores para la aplicación de créditos no solo para adquirir vivienda y compra de suelo -a través de esquemas de financiamiento como el Crediterreno o el programa ConstruYo- sino también para obtener recursos para ampliar y mejorar las casas en donde habitan.

Este cambio implicaba también, entre otras cosas, que las tasas de interés del instituto ya no solamente eran competitivas, sino las más bajas de su historia, rompiendo ese ciclo iniciado durante el gobierno salinista y consolidado en la administración de Vicente Fox que llevó al organismo a estar por encima de los bancos en cuanto a los cobros y requisitos establecidos.

Por ello, opina, la iniciativa de reforma presentada el pasado 5 de febrero, puede entenderse como una continuación y consolidación del modelo de Infonavit que se pretende alcanzar, uno que les permita a los trabajadores acceder a créditos accesibles, con tasas de interés más bajas, en comparación con las que ofrecen otras instituciones financieras, para adquirir o mejorar su vivienda.

“(De aprobarse la iniciativa) Será profundamente transformadora y el término aplica muy bien, transformadora literalmente de lo que es la lógica de la producción de vivienda en nuestro país, siendo que el Infonavit otorga el 70 por ciento de los créditos del país […] es dinero de los trabajadores los que vamos a invertir en cosas que les interesan a ellos como es la vivienda y esto va a cambiar la realidad y la ocupación del suelo de nuestro país […]”, apuntó.

Un aspecto relevante, explica el funcionario, es conocer con precisión qué es lo que necesitan los trabajadores para diseñar mejores programas y políticas públicas. Es preciso tener muy claro los alcances del Instituto ya que, si bien atiende casi al 70 por ciento de la demanda de créditos de vivienda, existen otras instituciones públicas y privadas que también participan en el sector.

Esto es importante destacarlo porque no todos los trabajadores que ya precalifican para un crédito -que en Michoacán asciende a 170 mil- tienen interés en aplicarlo para una vivienda nueva, que es donde mayor incidencia tienen muchas empresas inmobiliarias, sino en una usada o en mejorar sus viviendas actuales o simplemente esperar para alcanzar un ahorro superior.

Aclara que el instituto no es ni debe ser considerado como una competencia desleal ya que tampoco se ha planteado convertirse en una gran constructora, sino permanecer como un organismo que atiende las necesidades de los trabajadores que aportan parte de su salario para adquirir o mejorar sus viviendas.

rmr

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