Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Lucila Martínez Manríquez se ha forjado en la cultura del trabajo. La suya es una historia como la de millones de mujeres en México que han salido adelante gracias a su esfuerzo. Nadie le ha regalado nada.
Como diputada local en la 74 Legislatura ha impulsado cerca de 50 proyectos legislativos de alto contenido social, enfocados principalmente en garantizar el desarrollo de las mujeres y el ejercicio de sus derechos.
Hija de padres oriundos del municipio de Huandacareo y la menor de 12 hermanos (siete hombres y cinco mujeres), Lucila Martínez nació en Morelia.
Su padre y su madre sólo tuvieron la oportunidad de estudiar hasta segundo año de primaria. Como miles de michoacanos de su época, él fue migrante jornalero en Estados Unidos, en el Programa Bracero. El trabajo duro en el vecino país le permitió ahorrar para poner su propio negocio en Morelia: una taquería, en la que la pequeña Lucila, apenas de diez años de edad, lavaba los trastes sucios durante las tardes y las noches, cuando regresaba de la escuela.
En su adolescencia conoció al que se convertiría en su esposo. Hace 25 años nació su primera hija. Decidió darle prioridad a su familia, por lo que tuvo que postergar sus estudios. Sin embargo, la situación económica del joven matrimonio no era la mejor, por lo que en 1995 optaron por irse a Estados Unidos.
En Estados Unidos tuvo varios empleos. El primero, en una fábrica de balatas, donde le pagaban el salario mínimo por un turno de 3 de la tarde a 11 de la noche. También fue empleada en una empacadora, mesera y cajera general de una empresa mexicano-americana que elaboraba productos de maíz.
En el año 2000 volvieron a Morelia. Él, licenciado en Derecho, empezó a litigar y a dar clases, pero el proyecto del matrimonio seguía siendo abrir una institución educativa de secundaria y preparatoria, lo cual representaba una inversión grande en infraestructura, por lo que durante los siguientes seis o siete años regresaban esporádicamente a Estados Unidos para trabajar y seguir ahorrando.
Una vez cristalizado el proyecto de abrir su propia escuela, Lucila Martínez terminó la preparatoria en línea; posteriormente se licenció en Derecho y estudió un posgrado en Educación Media Superior y Superior.
En 1988, Lucila y su padre participaron en la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, siendo ese el primer contacto de ella con la política.
En 2007, en Michoacán, vuelve a involucrarse en una campaña, ahora en la del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el instituto político "de las oportunidades para todas y todos, el que más ha propiciado la participación política de las mujeres".
También participó en las campañas perredistas a la gubernatura michoacana de 2011 y 2015. En ese último año fue candidata a diputada local por el Distrito 17 de Morelia. Hace más de cinco años el gobernador Silvano Aureoles la llamó para que encabezara la jefatura de Profesiones, donde ella presentó el proyecto para elevarla a Dirección, lo cual finalmente se concretó.
En 2018 llegó al Congreso del estado por la vía plurinominal. Su paso por el Poder Legislativo lo define como "una oportunidad que he aprovechado para trabajar en temas siempre encaminados a mejorar las condiciones de vida de las personas, con alto contenido social, para proteger y velar por los derechos de las mujeres, principalmente".
"He presentado alrededor de 50 propuestas ante el Pleno a título personal; además, he trabajado en dictaminar la mayoría de las iniciativas de mi comisión, la de Igualdad Sustantiva y de Género, porque tengo un gran compromiso con las mujeres. Estoy plenamente convencida del trabajo que realizo en beneficio de las y los michoacanos", destaca.
Ahora, en el contexto de un nuevo proceso electoral, Lucila Martínez Manríquez enfatiza que los políticos "tenemos que ser honestos y transparentes con los ciudadanos, hablarles con la verdad para que no se sientan engañados. Es tiempo de terminar con las falsas promesas, que no nos llevan a nada".
Redacción/rmr