Tere Jaramillo
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Al llegar al Centro Cultural Clavijero este domingo se sentía un ambiente diferente, ese que se vive cuando hay una festividad: risas, buena vibra, como si todos se conocieran de hace años.
Aquí no había diferencia de edades, de género, socioeconómicos, hoy todos eran iguales, algo los unía, algo los hacia compartir aquello que en los días cotidianos olvidamos, esa sonrisa y esa risa que después se convierte en carcajada y que te deja con un alivio y una serenidad que a la vez te llena de energía.
¿Quiénes eran los artífices de ello? Los payasos, los "clown" pero no sólo ellos, también los asistentes que se dieron cita a este emblemático lugar y que dispusieron su cuerpo, mente y alma, a una de las cosas más sagradas y olvidadas en este momento, la risa, aquella que cura, que alivia, la que nos da vida y energía.
No importaba si era bueno o malo el cuento, o el chiste, algo distinto vibraba este día, la sonrisa alargada y el sonido de una buena carcajada mostró que también sabemos reír que podemos hacerlo pese a lo bueno o malo de nuestros días o de nuestro tiempo. Que sólo falta disposición de no olvidar a ese niño que vive dentro de nosotros, ese que nos hace sonreír y que nos vuelve más conscientes de nuestro cuerpo y de la paz que podemos generar en él.
Hoy el color, la salud y el humor volvió a la cara de aquellos que se dieron la oportunidad de reír y de recordar que nunca debemos perder esa felicidad que provoca la risa.
CA