Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Alrededor del mundo, más de 149 millones de niños tienen retraso en el crecimiento causado por la desnutrición. Al mismo tiempo, los índices de obesidad y sobrepeso infantil están creciendo en casi todos los países.
En este sentido, una buena nutrición es fundamental para la salud humana y el desarrollo sustentable de las naciones. Todas las formas de malnutrición tienen un común denominador: que los sistemas alimentarios existentes no pueden ofrecer a todas las personas una alimentación saludable, accesible y sostenible, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas.
Estas problemáticas están relacionadas también con el hecho de que muchos países han hecho una transición de dietas tradicionales a unas basadas en productos ultraprocesados, que además de que están vinculados a un aumento de peso, disminuyen la calidad de nutrientes disponibles.
La Organización Mundial de la Salud señala que, aunque pueda parecer contradictorio, tanto la desnutrición como la sobrealimentación están relacionadas con la pobreza. En muchos países en desarrollo, apunta, los lactantes con desnutrición aumentan, posteriormente, su consumo de alimentos calóricos de baja calidad y pueden sufrir exceso de adiposidad.
Aunado a ello, un estudio elaborado por The Lancet, revela que la desnutrición en los primeros años de vida, seguida por el sobrepeso en la niñez, incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión, así como padecimientos cardiovasculares.
La convivencia de ambos espectros de la malnutrición, por un lado, la obesidad, y por el otra, la desnutrición, es especialmente cierta en países de ingresos medios y bajos, como lo es México.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la brecha de la prevalencia de la desnutrición crónica en menores de 5 años en hogares con jefatura femenina era de 20.9% en 2016. En los hogares con jefatura femenina no indígena esta proporción fue de 8.9% el mismo año.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, los últimos datos disponibles, indica que solo el 44.5% de los hogares en México tienen seguridad alimentaria. Del resto, el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa, mientras que el 32.9% tiene inseguridad alimentaria leve.
El porcentaje de la población nacional adulta con estas enfermedades fue de 76.8% en mujeres y 73% en hombres.
Redacción/rmr