Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Se llevó a cabo el conversatorio Abordajes escultóricos sobre el espacio público. Escultores y Monumentos de Morelia en el Archivo Histórico Municipal de Morelia. Organizado por Casa Mutante y con la participación de los escultores José Luis Padilla Retana, Matías Sánchez Teufel y Juan Maíz, así como de la arquitecta y activista Verónica Loaiza Servín. Diamandula Torres Sirmalis, representante del Consulado Honorario de Armenia en Michoacán asistió como invitada especial.
El encuentro moderado por Juan Carlos Jiménez Abarca –investigador de arte y curador– se enfocó inicialmente en el uso e intervención del espacio público a través del quehacer artístico. Esta reflexión giró en torno al vínculo que comparten los artistas con los monumentos de la ciudad y su percepción del trato que la sociedad hace de éstos en la cotidianidad de la calle.
El debate comenzó con una interesante participación de Matías Sánchez, en la que abordó la preparación y estudio previo de los artistas como agentes creadores. La escultura pública es un oficio profesional que tiene rigor y propuesta artística y social. Desde el trabajo en el taller hasta el conocimiento profundo del tema que se va a colocar en algún punto de la ciudad; todo ese trabajo debe ser valorado y reconocido.
El maestro José Luis Padilla Retana planteó la existencia de monumentos como referente de identidad cultural que debe ser resguardado. Compartió diferentes anécdotas acerca de la creación de la versión actual de la Fuente de las Tarascas, el conjunto “Los Constructores” ubicada en el Acueducto, y otras tantas que conforman un importante acervo de la ciudad.
A propósito, el artista Juan Maíz comentó que “cada monumento tiene su contexto y cada monumento refleja una inquietud diferente; hay comunidades distintas, hay una pluridiversidad en cada ciudad pero no nada más es eso”. Afirmó también que “cambia con el tiempo y el derribo de monumentos –que estamos viendo una gran oleada de derribo de monumentos– responde a visiones que han cambiado sobre la ciudad y sobre los contextos sociales de las mismas”.
Verónica Loaiza, directora del Festival Arte para Todxs, resaltó el trabajo que se realiza con ese proyecto, en favor de la apropiación de los espacios públicos por medio de las disciplinas del arte. De igual forma destacó la complejidad de la participación de las mujeres en el mundo del arte y el gran sesgo que produce el ser relegadas al papel de musas. “Estas esculturas, estos monumentos representan a hombres, son fabricadas por hombres, en donde la figura y la historia se escribe desde una perspectiva de los hombres [...] Nos han educado en una historia en que los hombres son el primer personaje y donde las mujeres estamos a un lado de esta cuestión”.
Continuando el encuentro, la discusión tocó el tema de la conservación del patrimonio histórico y cultural, haciendo eco de la iconoclasia, el derribo de esculturas y de nuevas expresiones artísticas como la Antimonumenta, las cuales son resultado de manifestaciones sociales que promueven sus demandas no resueltas por el sistema político y cultural público.
El diálogo se vio enriquecido entre la diversidad de posturas respecto a cómo estos monumentos han sido intervenidos históricamente por los movimientos sociales. “La iconoclasia no es rayar monumentos, se trata de rechazar lo que representan” afirmó Loaiza. Esto desde una perspectiva en la cual los monumentos tienen que empezar a ser elementos de construcción social, de una narrativa, de un sentido filosófico, con un posicionamiento. “Ya no estamos en la época en que el arte tiene que ser bonito, tiene que tener un discurso fuerte y potencial”.
El conversatorio concluyó con una amplia participación por parte de los asistentes, quienes además de recordar ciertas intervenciones como las ocurridas en la Fuente de las Tarascas, se expresaron inquietudes relacionadas con otras esculturas, plazas públicas, vivencias y percepciones propias. Hubo llamados diversos y espontáneos hacia la acción colectiva.
RPO