Jungapeo, Michoacán (MiMorelia.com).- En Michoacán existen muchos lugares pocos conocidos, uno de ellos es la Ex hacienda de Miravalle, que se ubica en las cercanías de la localidad de Púcuaro en el municipio de Jungapeo y la historia que la envuelve sigue viva en la región Oriente de Michoacán.
Este misterioso lugar perteneció a la Tercera Condesa de MiravalleMaría Catarina Dávalos y Orozco, conocida también como María Magdalena Dávalos Bracamonte y Orozco de Trebuesto.
En la actualidad el lugar se encuentra en ruinas, pero esto le da un toque misterioso que hace que muchas personas se den el tiempo de ir a visitar, algunos otros aprovechan su misticismo para realizar sesiones de fotografía.
En el lugar, la casa principal esta edificada en cantera posee dos niveles y presenta el estilo barroco con un gran patio principal de arquería de punto medio.
Los relatos señalan que la Tercera Condesa de Miravalle fue nieta del Primer Conde de Miravalle, don Alonso Dávalos de Bracamonte, título otorgado por el rey Carlos II de España, el 18 de diciembre de 1690, vivió rodeada de riquezas, considerada como una mujer que dejó una huella imborrable en los lugares que habitó, en extremo elegante, que ocupó los círculos más altos de la Corte Virreinal.
También se dice que la Condesa fue dueña de 70 haciendas en Michoacán, en Irimbo, Hidalgo; Tuxpan, Jungapeo; Benito Juárez, Susupuato, Tuzantla, Zitácuaro; además de ser dueña de las Minas de Compostela, Nayarit, de las minas de Tlalpujahua y algunas de Angangueo.
Fueron muy sonados los amoríos que sostuvo con nobles, mayorales, capataces; incluso, con un fraile franciscano del convento de Santiago Apóstol, en el pueblo de Santiago Tuxpan, Fray Tomás Camata Estrada, quien era alquimista y señalan que le ayudó a enterrar su dinero.
Lo que marcó su leyenda fue su muerte, ya que fue víctima de su amante y cómplice el fraile franciscano, quien la envenenó cuando tenía 76 años de edad.
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