La credencial de elector, popularmente conocida como INE, además de ser el documento que permite ejercer el derecho al voto, es una identificación oficial que avala la ciudadanía mexicana y nos permite acreditar nuestra identidad para realizar un sinnúmero de actividades, que van desde compras cotidianas o el ingreso a lugares, hasta la realización de trámites legales y administrativos.
Entre los datos personales contenidos en la credencial podemos encontrar de manera explícita el nombre completo del titular, su domicilio (a excepción del nombre de la calle y número, en caso de así haberlo solicitado), su CURP y clave electoral, fotografía, firma y huella digital; además, al analizar la composición de la CURP, se puede deducir fácilmente la fecha y estado de nacimiento, así como el género de la persona.
Como podemos ver, la credencial de elector es un compendio de datos personales que contiene gran cantidad de información de la esfera íntima del titular, incluyendo datos biométricos, que hace plenamente identificable a la persona, lo que lleva a pensar ¿qué ocurre con todos esos datos al momento que nuestra credencial es robada o extraviada?, ¿qué riesgos existen cuando la credencial cae en manos de alguien que puede hacer mal uso de los datos?
Un mal uso de los datos personales puede devenir riesgos como extorsión y robo o suplantación de identidad, lo que a su vez trae consecuencias como daños económicos, morales y legales, entre otros.
Por lo anterior, en caso de robo o extravío, resulta indispensable reportar la pérdida de la credencial de elector de manera inmediata siguiendo estos pasos:
Es importante señalar que, en caso de no acudir al módulo del INE a tramitar la nueva credencial en los siguientes 30 días naturales posteriores a la fecha del reporte, el reporte será cancelado.
Proteger los datos personales es tarea de todos; hagamos uso de las herramientas legales disponibles para evitar el mal uso de nuestros documentos oficiales.
Flv Nz