Hace unos días, en una charla con un grupo de amigos, algunos cuestionaron a uno en particular respecto a una oferta laboral que le hicieron, la cual rechazó aun cuando parecía excelente y él desea cambiar de trabajo.
Mi amigo contestó muy convencido que sólo porque un empleo parezca una magnífica oportunidad ello no significa que sea buena para todos y explicó sus razones, todas muy válidas.
Me quedó muy claro que, a pesar de que recibir una oferta de trabajo es el objetivo de cada búsqueda de un espacio laboral, es importante evaluar cuidadosamente los pros y contras antes de aceptar, para asegurarnos de que sea el empleo más adecuado para nosotros.
Estoy consciente de que hay algunas circunstancias, especialmente cuando se encuentra en una situación financiera difícil, donde puede tener sentido aceptar un puesto que realmente no desea, sobre todo de manera temporal, pero si pensamos en algo a largo plazo es necesario tomar en cuenta varios factores.
¿Cuándo tiene sentido rechazar una oferta de trabajo? Hay muchas buenas razones para rechazar una oferta. Es posible que el sueldo sea muy poco, que las responsabilidades laborales no sean lo que estás buscando, puede que no haya espacio para ascender en la escala profesional, o puede que no sientas una buena conexión entre tú y tu futuro jefe, compañeros de trabajo o la empresa.
A pesar de que recibir una oferta de trabajo es el objetivo de cada búsqueda de trabajo, es importante evaluar cuidadosamente cualquier oferta para asegurarse de que el trabajo sea el adecuado para usted. Si no está seguro sobre el puesto, o si su instinto le dice que éste no es su trabajo, solicite más tiempo para tomar una decisión.
Si quieres tomar el empleo, es importante saber por qué. Entonces, siempre conviene que te hagas una serie de preguntas para saber que lo haces por los motivos correctos: ¿qué quiero cambiar?, ¿quiero una mayor remuneración?, ¿es más corto el viaje al trabajo?, ¿quiero más oportunidades de crecimiento?, ¿no me siento desafiado o apreciado en mi actual trabajo?, ¿no estoy satisfecho con mi trabajo?
Cuando sabes esto puedes evaluar mejor la oferta. El desafío está en que si no quieres hacer un cambio, ¿por qué esta oportunidad te parece atractiva? Allí es cuando debes ahondar y asegurarte de que no es solamente algo nuevo que quieres tener.
Adopta algunas reglas estrictas sobre las oportunidades que no deseas aprovechar. Esto te ayudará a establecer límites claros en torno a los tipos de solicitudes que incluso considerarás. Al desarrollar tus propias reglas, considera tus puntos fuertes y el tipo de actividades que realmente te dan energía.
¿Recibiste una propuesta de trabajo y no sabes cómo rechazarla? Es normal que te sientas incómodo al decir que “no” en una situación como esa. Aunque la oferta no sea tan favorable para tu momento de carrera, es importante saber manejar esa situación para no cerrar la puerta a futuras oportunidades.